A pesar de la crisis generalizada en el país, el gobierno cubano proyecta invertir sumas millonarias en más de 150 proyectos con fines turísticos que incluyen la construcción de parques acuáticos, delfinarios y campos de golf.
Luis Martínez, presidente del grupo Empresarial Cubasol, declaró a la agencia oficialista Prensa Latina que estos planes, a ejecutarse antes de 2030, tienen un "carácter prioritario".
Asimismo, que para fortalecer la industria extrahotelera e inmobiliaria buscarán "los recursos necesarios", así tengan que acudir a capital foráneo.
Las inversiones serán destinadas a parques acuáticos, delfinarios, infraestructuras para la realización de excursiones en bote y la visualización de atractivos naturales, además de la práctica del cable ski y el buceo, dijo al medio de prensa la directora comercial de Cubasol, Yudaysi Lazo.
Alex Mulet, vicepresidente del grupo empresarial, agregó que entre ellos se incluyen parques recreativos, de aventuras y la ampliación de las actividades náuticas.
De los 150 proyectos al menos 40 se realizarán antes de 2026, en polos turísticos como Cayo Coco, Cienfuegos, Sancti Spíritus, el balneario de Varadero y Holguín.
En el área inmobiliaria Cubasol –que integra a las empresas Palmares, Caracol, Transtur, Marlin y la Agencia de Espectáculos Artísticos Turarte– destinará sus inversiones a la construcción de campos de golf, cuyos costos son millonarios y de alto impacto ambiental.
El director general de Cuba Golf, Rubén Forés, explicó que ya se han constituidos cuatro empresas mixtas que se encargarán de los mismos: "La Habana, Carbonera S.A., para la actividad en Matanzas; El Salado S.A., en Artemisa, y Punta Colorada, en Pinar del Río, todas en el occidente del país", explicó PL.
Según Forés, en las zonas mencionadas se establecerán proyectos inmobiliarios relacionados con la práctica de ese deporte, así como otras actividades turísticas y el comercio de propiedades para extranjeros.
Este anuncio se hizo un día después de que el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, informara a la población cubana que la situación energética nacional, caracterizada por prolongados y constantes apagones, no se resolverán en el corto plazo por falta de recursos.
"Sostener el sistema eléctrico cubano resulta costoso. Se requieren 250 millones anuales para mantener su funcionamiento, y ello no incluye el costo del combustible y las inversiones y mantenimientos", expresó.
Además, estos proyectos ocurren a pesar de constantes críticas al régimen por la imparable construcción de hoteles de lujo, mientras se incrementa la deuda habitacional con miles de cubanos que viven en condiciones precarias o no tienen dónde residir.
El gobierno comenzó a apostar por un turismo de lujo cinco décadas después de que Fidel Castro ordenara el cierre de los campos de golf de Cuba por considerarlos "elitistas", y aprobara en 2013 la construcción de un resort de lujo, que incluía un campo de 18 hoyos.
El Club Carbonera, de US$350 millones y propuesto por la firma británica Esencia, fue el primero de varias iniciativas similares que habían sido estudiadas con anterioridad, indicó un reportaje publicado en 2013 por la cadena BBC.
Para entonces, también se anunció que los extranjeros podrían comprar propiedades en estos lugares.
En el primer semestre de 2022 el gobierno cubano recibió solo 682,411 visitantes extranjeros, incumpliendo su propio plan para la fecha, según datos oficiales.
A pesar de los malos resultados que está teniendo el turismo en Cuba, el gobierno sostiene su plan de recibir antes de finalizar el año unos 2,5 millones de extranjeros y continúa la inversión en el sector del turismo.
El economista Pedro Monreal dijo al respecto que ante la evidente contracción de la actividad turística, el gobierno cubano debería retomar la inversión en sectores de servicios básicos como electricidad, agua y gas, en lugar de seguir destinando incontables recursos a la actividad inmobiliaria, específicamente a la construcción de hoteles.
De acuerdo con el especialista, la decisión de invertir en uno u otro sector es una decisión política de las autoridades del país, presionadas por el descontento popular exacerbado por los frecuentes apagones.
Monreal ha advertido al respecto que recibiendo 2,5 millones de visitantes internacionales en 2022 "sobraría" algo más de la mitad de las habitaciones hoteleras de Cuba (69 turistas rotando por habitación en 2018 vs. 32 en 2022), por lo cual sería prudente hacer una "pausa" en la inversión hotelera para atender "otras prioridades".
Afirmó que con lo que cuesta construir una de esas habitaciones pueden comprarse 10 tractores. Asimismo, aseguró que la actividad agropecuaria y la industria azucarera fueron las dos mayores "perdedoras" en materia de prioridad de inversiones en Cuba el año pasado.
Ambas actividades sufrieron caídas de 50.8% y 80% respecto al peso relativo que tuvieron en la inversión total en 2020.
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