En medio de la crisis de los combustibles que padecen los cubanos, causa de prolongados y constantes apagones, el ministerio de Energía y Minas afirmó que Cuba sobrecumplió la producción de petróleo equivalente en 2021.
Así lo expuso el jueves el presidente de la comisión legislativa de Industria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el diputado Santiago Lajes, en un informe en el que indicó que, a pesar del sobrecumplimiento, “persisten dificultades en la industria de hidrocarburos”.
El crudo y el gas de extracción nacional todavía no son suficientes para satisfacer las necesidades de generación eléctrica del país. Lajes explicó que estos combustibles provienen en su mayoría de pozos antiguos y que el aporte de nuevos yacimientos fue menor a lo largo del pasado año.
Los volúmenes extraídos de gas no satisfacen la demanda de las plantas generadoras de la empresa Energas. Según Prensa Latina, el diputado reconoció que parte de la producción se desecha en la atmósfera y que está en marcha un “proceso inversionista” para solucionar esta pérdida.
Entre los incumplimientos detectados, Lajes señaló al programa de recuperación y mantenimiento de las capacidades de almacenamiento de combustibles. Problemas con los insumos y las interrupciones ocasionadas por la pandemia, contribuyeron al retraso del programa.
A pesar del sobrecumplimiento, el diputado indicó que la baja disponibilidad de materias primas provocó que se dejaran de procesar 582,500 toneladas de crudo. Sin embargo, no precisó qué materias primas eran las deficitarias y qué destino habían dado las autoridades a ese más de medio millón de toneladas de crudo.
La quema de “un combustible muy agresivo” en las centrales termoeléctricas cubanas ha sido, según explicaciones oficiales, una de las causas de sus constantes averías y acortamiento de los períodos de mantenimiento.
La falta de inversiones y la imposibilidad de acceder a mercados financieros por su reputación de insolventes, sumado a la utilización del crudo cubano para la generación eléctrica están dejando como consecuencia la crisis energética que deja a oscuras al país en medio del sofocante calor del verano y de una plaga de mosquitos que proliferan por falta de fumigación, propagando la actual epidemia de dengue.
En 2021 el consumo de energía decreció 7,9 por ciento respecto al año anterior, indicó Lajes. Pero ni sobrecumpliendo el plan de producción y consumiendo menos las autoridades han conseguido generar la energía que demanda el país.
Entre los datos manejados en su informe, se conoció que el 47 por ciento de la energía eléctrica generada en 2021 fue con fuentes nacionales (crudo nacional, gas y energía renovable).
Además, indicó que la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) da servicio a 4,309,736 consumidores, lo que representa más de 99,9% de los clientes del país. Es decir, el monopolio responsable del total de la generación eléctrica en Cuba pertenece al Estado socialista.
La crisis en el sector ha cobrado tal magnitud que el ministerio de Energía y Minas aprovechó la sesión de la ANPP para recordar que tiene una “cartera de oportunidades de Inversión Extranjera” con 185 proyectos, 17 sobre energía, 116 de petróleo y 52 de la minería.
Asimismo, mencionó los 39 negocios con participación de capital extranjero, concentrados en proyectos de energía renovable, exploración y producción de petróleo, así como de extracción y procesamiento de recursos minerales, de los cuales no ofreció detalles de los socios inversionistas ni los términos de los acuerdos firmados por el Estado cubano.
La producción de petróleo equivalente hace referencia al barril equivalente de petróleo (BEP), una unidad de energía equivalente a la energía liberada durante la quema de aproximada un barril de petróleo crudo.
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