El músico cubano Cándido Fabré lamentó no haber podido dar el último adiós a su colega y amigo César "Pupy" Pedroso, a cuyo funeral no pudo asistir por falta de transporte.
El artista, que vive en el oriente del país, no pudo trasladarse a La Habana porque "mis carritos ya están viejos y rotos" y se quejó de que no se le diera el respeto y la atención que se merece.
"Quise estar ahí, pero bueno mi productor apeló a los que pensamos que podían ayudarnos con un transporte para llegar a La Habana, y aunque los tiempos están difíciles, un momento como este pienso que merecía respeto. Cándido es merecedor de que alguien lo escuche y que me pusieran un carro", señaló Fabré.
El músico subrayó que "no tiene a quién llamar" y por eso en los últimos tiempos ha escogido la vía de las redes sociales para pronunciarse, "a ver si alguien reflexiona y piensa que los que tenemos valor, no precio, merecemos respeto y un poquitico más de atenciones".
Fabré añadió que le hubiera gustado acompañar a la familia de Pupy en este momento y dijo que su presencia física no es necesaria para que su amigo y colega "sepa y sienta que yo soy de los de él, de los que verdaderamente lo queremos, admiramos y lo respetamos".
El cuerpo de César "Pupy" Pedroso fue velado en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba el pasado viernes, desde las 10:00 am hasta las 3:00 pm. Familiares, amigos, artistas y admiradores del reconocido músico fueron a rendirle tributo.
El pasado mes, Cándido Fabré se quejó en redes sociales de un baño público cerrado en el servi-Cupet Gaspar, en Ciego de Ávila, y dijo que los lugares públicos tenían que seguir en manos del gobierno.
"Esto cuando el Estado lo hizo, lo hizo para que esté en función del pueblo que viene aquí. ¿Qué hacemos? ¿Orinarnos en la calle? Yo creo que eso no es Revolución. Eso no es culpa del bloqueo yanqui. Esta no es la revolución que hizo Fidel Castro", subrayó entonces.
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