Cuba comercializa para clientes residenciales o estatales paneles solares importados sin baterías de respaldo, según funcionario de la empresa de servicios ingenieros COPEXTEL.
Los 45 sistemas fotovoltaicos instalados en la capital cubana, 30 de ellos en el sector residencial, están diseñados para inyectar energía a la red y sin baterías de respaldo por lo que solo funcionan cuando hay sol, apuntó este sábado un reportaje de la televisión cubana del periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso.
También el reporte refiere que otro de los inconvenientes de estos sistemas de energía solar, que vende la referida empresa a 55,000 pesos cubanos cada 1 kwp (cuatro paneles), es que si se producen cortes de electricidad estos se desconectan y no entregan energía a la red del Sistema Eléctrico Nacional.
Por su parte, el funcionario de COPEXTEL aseguró en sus declaraciones que estos sistemas se concibieron como de inyección a la red.
También, aclaró, que no son sistemas aislados ni sistemas híbridos y que están manejando “la idea de salir con nuevas intenciones”.
“Ya nosotros hemos trabajado con el sistema aislado en viviendas en las montañas y habría que financiar un sistema que abarque todos los demás sistemas, con autonomía con bancos de baterías, que son mucho más caros, pero queremos llegar a ofertar todos esos dispositivos”, explicó, además.
Una familia entrevistada comentó que ellos decidieron instalar este sistema porque son altos consumidores y querían compensar generando electricidad para equiparar sus consumos y ubicarse dentro de una tarifa cómoda de pagar.
No obstante, dijeron, la práctica no les está dando los beneficios esperados porque siguen pagando más de dos mil pesos mensuales por el servicio eléctrico, a pesar de que generan más electricidad con estos paneles que la que consumen.
Otro factor en su contra es el precio de la energía excedente que inyectan a la red del SEN de solo tres pesos cubanos el kilowat/hora y si durante el día se producen apagones los paneles se desconectan y no entregan energía.
Esta familia decidió instalar ocho kw fotovoltaícos (casi medio millón de pesos) fabricados en China y traídos hasta la isla por una empresa importadora que demoró cinco meses desde el pago hasta la extracción del puerto.
Esta modalidad en el sector residencial de La Habana se aprobó en 2021 y las personas físicas que lo han podido adquirirlo resultan una cifra insignificante.
Hasta la fecha, en la capital cubana hay 45 paneles solares en funcionamiento por parte de clientes residenciales y estatales, 30 de ellos ubicados en casas particulares, según informó recientemente la directora comercial de la Empresa Eléctrica de La Habana, Leisy Hernández.
Según la directiva, esta modalidad aplica a los clientes que, a partir de importar o comprar en una tienda de COPEXTEL el panel solar, decidan instalarlo en su inmueble para consumir la energía generada.
En noviembre de 2021, la empresa cubana COPEXTEL comenzó por primera vez en la isla la venta de sistemas solares fotovoltaicos a la población de la capital, incluidos los componentes, la transportación, instalación y montaje.
Esta modalidad solo se aplica en la capital de la isla, según declaró en esa fecha Rolando Gómez Rondón, gerente general de la división ECOSOL Energía.
"En esta etapa solo se van a comercializar en La Habana, que es donde debe residir el comprador, para así garantizar la visita técnica con el servicio, que incluye instalación y transportación. Es una forma de proteger al cliente. Se espera extender el servicio al resto del país en los próximos meses", anunció.
El directivo explicó, además, que estos sistemas utilizan paneles solares e inversores que convierten la energía solar disponible en energía eléctrica para el consumo en hogares, comercios e industrias, lo cual permite ahorrar electricidad.
"Permiten a los usuarios cogenerar electricidad o inyectar en paralelo la energía, ya sea para autoconsumo o para el despacho al sistema electroenergético nacional", subrayó.
Para solicitar la instalación de estos sistemas se requiere tener una superficie en la azotea de la casa o un suelo disponible de 12,5 metros.
Si es techo, debe ser de hormigón (placa), y si es suelo tiene que estar pavimentado (cementado o asfaltado), y expuesto al sol todo el año. Debe estar de forma horizontal o de una manera que permita nivelar el sistema solar fotovoltaico.
En agosto de 2021 el gobierno cubano pidió a los ciudadanos que invirtieran con moneda libremente convertible (MLC) en el desarrollo de la energía solar que lidera la Unión Eléctrica.
El ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, informó de la creación de un cuenta bancaria en MLC para "brindar la opción de contratar una determinada potencia fotovoltaica en kW por parte de personas naturales y jurídicas", tras lo cual, se rebajaría de la factura mensual el equivalente de la energía que genera la potencia adquirida por esa persona.
Cuba tiene un atraso del 40 por ciento en la implementación de fuentes de energías renovables, a pesar de que en la isla abunda la radiación solar para abastecer los paneles fotovoltaicos, hay corrientes de viento en numerosos lugares para obtener electricidad a partir de aerogeneradores y hay suficiente biomasa para alimentar plantas bioeléctricas.
Asimismo, en julio de 2021, se autorizó la importación por personas naturales de sistemas fotovoltaicos, sus partes y piezas, libres de impuestos en la Aduana, una medida dirigida a elevar la participación de las fuentes renovables de energía en la matriz de generación de electricidad en el país.
La energía solar podría ser una alternativa ante los desesperantes apagones que abundan en la isla en los últimos meses por el mal estado de las termoeléctrica y la falta de combustible, pero es una tecnología prohibitiva para los bolsillos de la mayoría de la población cubana.
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