El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) de Cuba dispuso nuevas medidas laborales que contemplan hasta la interrupción de los trabajadores, para disminuir el consumo de electricidad ante la grave crisis energética en el país.
Una orden ministerial de ese organismo informó que se reducirá "al mínimo imprescindible" la presencia de los trabajadores en el centro laboral, así como otras iniciativas "que contribuyen a disminuir el consumo eléctrico".
Las disposiciones "pueden aplicarse de manera homogénea y combinadas", e incluyen favorecer el trabajo a distancia y teletrabajo, trabajo en el terreno, vacaciones, ajustes en el horario de trabajo, la reubicación laboral, y la interrupción laboral de los trabajadores.
Sobre esta última medida, aclara que "se debe aplicar como última opción cuando no puedan aplicarse ninguna de las alternativas anteriores, teniendo en cuenta que los trabajadores que no puedan ser reubicados tienen derecho a una garantía salarial equivalente al ciento por ciento de su salario básico diario por el período de un mes, computado de forma consecutiva o no, dentro del año".
Cada jefe de entidad determinará "las medidas laborales y salariales a aplicar en correspondencia con las características de la actividad, que tributen al logro de este objetivo a la vez que protejan el ingreso de los trabajadores y que encuentren respaldo legal en la Ley 116, Código de Trabajo, su Reglamento y la Resolución 71/202", destaca la orden ministerial, emitida por la titular del MTSS, Marta Elena Feitó Cabrera.
La funcionaria aclara al respecto que "la aprobación de jornadas reducidas con pago total de salario no es facultad de los Jefes de los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), ni de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), por lo que en caso que se determine laborar en jornadas de trabajo inferiores a las establecidas, el salario se pagará en correspondencia del tiempo real trabajado y no al 100%".
A medida que se agrava, la crisis energética cubana ha ido involucrando a todos los sectores de la economía, así como la población de todas las provincias cubanas.
Recientemente el Gobierno anunció que ante la crisis –agravada por las reiteradas fallas en las termoeléctricas que provocan un déficit de generación y la escasez de combustibles– hasta la privilegiada capital de la isla, que hasta el momento había tenido mínimo de afectaciones, tendría apagones programados.
Ante los cortes de energía que se prolongan diariamente hasta 12 horas en algunos territorios, se han incrementado los cacerolazos, protestas con las que cientos de cubanos han expresado su descontento con la situación del país.
Solo en la última noche se reportaron manifestaciones populares en al menos cinco territorios cubanos, y en la mañana de este martes decenas de madres con niños bloquearon una autopista de La Habana y exigieron la presencia allí del gobernante Miguel Díaz-Canel.
Presionado por la situación, el mandatario se limitó a decir el pasado 26 de julio, cuando la crisis empeoró por la salida del Sistema Electroenergético Nacional de un bloque de la Termoeléctrica de Felton en Holguín, que "estamos sala´os".
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