El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) emitió este lunes una declaración sobre el incendio que se propaga por la Zona Industrial de Matanzas y consideró que la catástrofe tiene causas e implicaciones de naturaleza “eminentemente política”.
“La catástrofe en progresión en los supertanqueros de Matanzas del pasado 5 de agosto implica y agrega, entre otros, un problema humanitario más para nuestro país”, indicó el CTDC en un documento en el que se solidarizó con las víctimas de la tragedia y planteó “la necesidad de un robusto plan humanitario hacia Cuba”.
Los problemas de la nación cubana solo se pueden afrontar y solucionar desde la participación abierta de los ciudadanos, desde una transición política a la democracia. Solo así, considera el CTDC, se podrá revertir la degradación provocada por sesenta años de dominio violento de un sistema cerrado y totalitario.
“Cuba ha venido acumulando capas de problemas irresueltos: desde la economía, la vivienda para damnificados por los ciclones u otros golpes de la naturaleza, pasando por la ineficiencia e insuficiencia en sistemas tan preciados como los de la salud o la alimentación hasta los problemas con la generación y distribución de energía. Problemas que ya son todos estructurales”, valoró.
El incendio que ahora destruye una infraestructura clave para el país no es un accidente aislado, sino un episodio más en la larga serie de manifestaciones de la crisis estructural y sistémica de Cuba.
“Esta catástrofe es eminentemente política”, consideró el Consejo. La naturaleza excluyente y represiva del régimen totalitario cubano afecta no solo al libre ejercicio de los derechos universalmente reconocidos, sino que compromete la soberanía del Estado y su capacidad para dinamizar la economía, proteger a los ciudadanos y brindar servicios públicos de calidad.
Ante la más reciente expresión del desastre nacional, el CTDC declara que “Cuba es un Estado fallido”. En la construcción de una sociedad donde se promueva la diversidad de pensamiento, la libertad de prensa, expresión y asociación, y donde los ciudadanos estén empoderados el ejercicio de sus derechos civiles y políticos, está la clave para remontar décadas de oscuridad, miedo y adoctrinamiento, que no solo se reflejan en el comportamiento institucional, sino en la generación de riqueza, prosperidad y equidad social.
“Un país con más prisiones que hospitales, con más patrullas policiales que ambulancias y con más balas que alimentos no se dirige a ningún puerto seguro. Menos en manos de un gobierno de incompetencias aseguradas que llama a la unidad de los marxistas del mundo cuando es incapaz de garantizar la viabilidad de una nación”, expresó el Consejo.
La acumulación de fallas e insatisfacciones sociales, la designación de recursos dirigida a la economía oligárquica del turismo (en complicidad con el capital extranjero) y la reproducción pública de una retórica violenta desconectada de la realidad, traen como resultado un país en el que la crisis económica y social se explica como resultado de la falta de libertades y la violación sistemática de derechos que termina provocando la defunción cívica y política de la nación, una crisis política.
“Los problemas de la realidad están dando golpes definitorios y definitivos al gobierno de la continuidad”, advirtió el CTDC. La catástrofe de Matanzas debería servir “al gobierno para cambiar los enfoques y el rumbo”.
Las tensiones emergentes y también las acumuladas “requieren de todas las energías creativas de las y los cubanos sin distinción alguna, dejando a un lado esa inmadurez permanente del Estado de resolver un conflicto de argumentos con la descalificación y el encarcelamiento de quienes tienen otros puntos de vista, otros enfoques y conciben otros rumbos para el país”.
El Consejo pidió además que se declare “un día de duelo nacional cívico en homenaje a la determinación y coraje”, de los bomberos y víctimas del siniestro, ofreció “sus condolencias a los familiares de las personas desaparecidas” y deseó “una pronta y satisfactoria recuperación” a los heridos.
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