La agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) inauguró su primera oficina en Uruguay ante el aumento de las peticiones de refugio de ciudadanos cubanos y venezolanos.
La apertura de la oficina, en Montevideo, se da dos semanas después de que el gobierno uruguayo anunciara el lanzamiento del Primer Plan Nacional de Integración (PNI) para personas migrantes y refugiadas, impulsado por la Junta Nacional de Migración (JNM), según el medio de noticias Montevideo Portal.
De acuerdo con los datos reportados por la Comisión de Refugiados (CORE), unas 10,000 solicitudes están pendientes de resolverse, de ellas, 8,000 son de ciudadanos cubanos y unas 2,000 de ciudadanos venezolanos.
El representante regional de ACNUR para el sur de América Latina, Juan Carlos Murillo, notificó que, aunque la población venezolana en Uruguay es la que más ha crecido y la mayoría de los solicitantes de asilo terminan obteniendo la condición de refugiados, al 85% de los cubanos, en cambio, se les ha denegado el estatus de protección.
El funcionario puntualizó que esas negaciones están sustentadas en que los solicitantes alegan razones económicas para pedir refugio y no aquellas que figuran bajo la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados, la cual Uruguay suscribe.
“ACNUR continuará trabajando con el gobierno de Uruguay y sus socios para brindar respuestas a las necesidades de protección de las personas refugiadas, brindando información sobre el acceso al territorio, el procedimiento de determinación de la condición de refugiado, y la regularización, promoviendo soluciones duraderas y facilitando la integración socio-económica de las personas”, aseguró la agencia.
Antes de abrir la oficina, el “brazo ejecutor” de la ACNUR en Uruguay había sido el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU), miembro de la CORE, pero el aumento de las peticiones de refugios tornó imperiosa la apertura de una sede de la agencia de la ONU en ese país.
El nuevo espacio fue abierto bajo el nombre de “Belela Herrera”, en honor a María Bernabela Herrera Sanguinetti, “incansable trabajadora por los derechos humanos, con una larga trayectoria de trabajo por las personas refugiadas”, informó el portal de la ACNUR.
Uruguay acoge actualmente a cerca de 29,441 personas de interés de ACNUR, entre ellas refugiados, solicitantes de asilo y migrantes.
El mes pasado se conoció que en el período de enero a mayo, solo tres cubanos fueron reconocidos como refugiados por el CORE en ese país. La Comisión denegó 89 solicitudes de refugio, 82 de las cuales fueron realizadas por cubanos.
La Ley 18.076, que regula el refugio en Uruguay, fue promulgada en 2006 y establece que “toda persona tiene derecho a solicitar y recibir refugio en el territorio nacional”, por lo que cualquier ciudadano, al presentarse en un punto fronterizo uruguayo, puede solicitar el refugio y el Estado debe procesar su solicitud.
Tan solo en los dos primeros meses de 2022 un total de 1,454 cubanos ingresaron a Uruguay. En el primer mes del año, incluso, un estimado de más de seis cubanos por día arribaron a ese territorio a través de la frontera con Brasil.
El refugiado político Jorge Valdés, fundador de la organización Cubanos Libres en Uruguay, aseguró recientemente que la comunidad cubana establecida en esa nación suramericana ya no estaba de tránsito y cada vez se integraba más a la sociedad.
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