El gobierno cubano informó este jueves que la próxima zafra será "pequeña" y "se concentrarán los recursos en menos centrales para lograr mayor eficiencia", ante la debacle de la industria azucarera en el país.
El gobernante Miguel Díaz-Canel dijo en una reunión sobre los preparativos de la contienda 2022-2023 que esta comenzará en noviembre en 23 centrales de 13 territorios, una cifra inferior a los 26 centrales que estaban planificados.
Por ello, explicó, "debemos lograr que sean eficientes, que cuenten con un nivel de recursos que garanticen una producción estable", citó el diario oficial Granma.
Julio Andrés García, presidente del grupo AZCUBA, justificó la reducción de los centros procesadores que participarán en la producción y dijo que "deberán molerse 6,574,000 toneladas de caña y producir 455,198 toneladas de azúcar, con destino a la canasta familiar y otros consumos de la economía como el turismo, los medicamentos, las producciones industriales y para la exportación".
"Se trata de planificar la zafra para que esta sea objetiva, flexible y, aunque pequeña, con buenas prácticas, concentrando los recursos en menos centrales para lograr mayor eficiencia", subrayó el funcionario.
Explicó que la estrategia es "sustentar la zafra en el financiamiento real del que se pueda disponer".
Aseguró, además, que el objetivo principal será "garantizar el consumo interno y obtener derivados de esa producción, como alimento animal, alcoholes y mieles que permitan un plan de exportaciones en dependencia de los precios en el mercado".
A pesar de la reducción de los planes y de los centrales involucrados en la contienda venidera de Cuba, el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca dijo que esta zafra será "el inicio de la recuperación cañera en el país".
La isla, que solía producir un mínimo de 1.2 millones de toneladas de azúcar anuales, registró este año la peor cosecha de caña en más de un siglo de historia de este cultivo en la isla, al conseguir apenas superar la mitad de lo planificado por el gobierno.
En junio el régimen reconoció que no cumpliría sus compromisos de exportación de azúcar tras la peor zafra en décadas, lo que afectó fundamentalmente a China, uno de sus principales socios económicos.
La debacle en la producción de azúcar, que ha sido el principal producto de exportación de Cuba durante más de 300 años, ha evidenciado también la ineficiente gestión del gobierno encabezado por Díaz-Canel.
Con solo el 52 % de cumplimiento del plan de producción previsto en 2021, la campaña de zafra que recién finalizó pasó a la historia de la industria azucarera cubana como la peor en toda su historia con aproximadamente 474,000 toneladas del azúcar. La cifra es casi la mitad de la conseguida el año pasado, que también había marcado récord histórico.
A pesar del estrepitoso fracaso de la zafra, las autoridades cubanas se empeñan en decir que con la producción de este año (474,000 toneladas) está cubierta la cuota de azúcar crudo correspondiente a la canasta familiar normada.
La afirmación, publicada por Granma, contradice los datos de los expertos que consideran que Cuba consume entre 600,000 y 700,000 toneladas de azúcar anualmente, y tiene además comprometidas otras 400,000 toneladas en el citado acuerdo comercial con China.
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