El cubano Antonio Reyes, vecino de una edificación en peligro de derrumbe en el Vedado, reclamó a las autoridades de La Habana una solución a los problemas de vivienda que sufre desde hace años.
Al menos siete familias de ese lugar fueron reubicados hace más de cuatro meses en un Hogar de Ancianos del municipio Plaza de la Revolución con la promesa de que sería una medida temporal, pero al estar hacinados, sin privacidad ni respuestas de las autoridades, algunos decidieron regresar a sus casas.
"Nadie quiere que hayan pérdidas de ningún tipo, nadie se ha presentado aquí para preocuparse y es una lástima", dijo Reyes a través de un video que publicó en Facebook.
El material muestra cómo quedó una de las paredes apuntaladas de la vetusta estructura ubicada en la calle C, entre 21 y 23, Vedado, tras la caída del arquitrabe, convirtiéndose en un peligro potencial para aquellas personas que transitan por los alrededores de la estructura.
Unos días antes el cubano criticó a las autoridades del gobierno local de La Habana por no cumplir sus propias promesas, ya que según dijeron en una reunión con las familias damnificadas, su caso tendría prioridad.
"Me pregunto si hay que esperar a que suceda una desgracia como pérdida de vidas humanas o que el simple hecho en caso de haber un próximo derrumbe sin aviso afecte las moradas continuas. La conciencia es un verdugo sin clemencia para los que giran la cabeza hacia otro lado", escribió en las redes sociales.
Asimismo, compartió imágenes de los escombros que cayeron al suelo tras el último derrumbe de la estructura.
"Exhorto a las autoridades pertinentes qué se lleven al lugar y que se reúnan con la familia que mora esta vivienda y escuchen las penas y espero que vean con claridad la solución a tomar", escribió en otro mensaje.
CiberCuba no ha podido comprobar con fuentes oficiales esta información y en la Dirección Municipal de la Vivienda de Plaza de la Revolución no han contestado los mensajes enviados.
En ese municipio de La Habana vive una cubana que desde hace más de un año realiza gestiones, hasta el momento sin resultados, para que Vivienda sustituya la escalera en peligro de derrumbe de su edificio.
La última respuesta que tuvieron los residentes de la edificación es que la inversión les costaría más de tres millones de pesos, pero la entidad estatal no tenía acero para llevar a cabo la obra.
"Han dejado que el edificio llegue al punto en que necesita una reparación capital y que hay que demoler una escalera, y ahora resulta que en el país no hay acero ni para una escalera pequeña de 5 niveles", escribió esta semana en Facebook Nara Miranda.
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