El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. anunció en su parte meteorológico de las 11 am (hora local) que la onda tropical que vigilaban en el Atlántico ya se convirtió en la séptima depresión tropical de la actual temporada ciclónica.
Según el pronóstico de movimiento difundido por el NHC, la depresión tropical afectará con toda probabilidad a Cuba, de mantener su actual movimiento hacia el oeste.
El NHC precisó que es posible que debido a la formación de "Seven" se active en las próximas horas una alerta de "Vigilancia de Tormenta Tropical" para zonas de las Islas de Sotavento. El fenómeno afectaría a Islas Vírgenes y Puerto Rico hacia el fin de semana.
La próxima tormenta tropical en la cuenca del Atlántico se llamará Fiona.
El Servicio Meteorológico del Sur de la Florida indicó en Twitter que por el momento la depresión tropical recién formada no representa peligro para el área, si bien recordaron a los residentes en el estado que se está atravesando el momento de mayor peligro en la formación de tormentas tropicales y huracanes, lo que invita a "revisar sus planes y suministros para huracanes".
En el boletín anterior, de las 8 am, el NHC estimó que había una probabilidad del 70 por ciento de que en un plazo entre 48 horas y cinco días se formara una depresión tropical en el Atlántico.
En mayo el Instituto de Meteorología (INSMET) de Cuba pronosticó una temporada ciclónica activa, con alta probabilidad de azote de tormentas tropicales y huracanes. Indicó que en la actual temporada se preveía la formación de 17 ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico Norte, de los cuales nueve podrían alcanzar la categoría de huracán.
El Centro de Pronósticos indicó que las probabilidades de que Cuba fuera afectada al menos por un ciclón tropical era alto, con un 85% de probabilidades. En el caso de los huracanes la probabilidad desciende a un 60%.
No obstante, hasta el momento la actividad ciclónica no ha sido especialmente significativa, aunque los meses pico en el desarrollo de tormentas tropicales y huracanes se sitúa entre septiembre y octubre.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) actualizó a comienzos de agosto los datos sobre las condiciones climáticas que en 2022 favorecen una temporada de huracanes en el Atlántico. Los científicos de NOAA incrementaron de 25% a 30% las probabilidades de que la temporada sea normal debido a temperaturas desiguales en la superficie del mar.
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