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El actor mexicano Pablo Lyle fue declarado este martes culpable de homicidio involuntario por la muerte del cubano Juan Ricardo Hernández, a quien propinó un puñetazo en la cabeza durante un altercado de tránsito en Miami en 2019.
Los abogados de Lyle mantuvieron que el actor actuó en defensa propia y anteriormente habían solicitado la desestimación del caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida, pero no procedió.
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El juicio contra Lyle comenzó el pasado 20 de septiembre tras varios retrasos por la pandemia y solicitudes de aplazamiento por parte de la defensa. El actor de Mirreyes contra Godínez podría enfrentar hasta 15 años de prisión.
Este lunes, Pablo Lyle decidió no testificar en el juicio en su contra. Tampoco testificó su cuñado Lucas Delfino, quien era el conductor del carro en el que iban cuando tuvieron el enfrentamiento con Hernández.
La única que testificó fue Ana Araujo, expareja de Lyle y madre de su hijo, quien también iba con ellos en el auto. Araujo contó que Hernández los persiguió y que ella se asustó muchísimo porque iba con sus hijos. Declaró haber sentido un fuerte golpe en el vehículo y luego Lyle se bajó, pero ella no vio el momento del puñetazo porque estaba de espaldas.
"Venía pitándonos muy fuerte todo el camino, hasta que nos detuvimos y comencé escuchar a un señor gritando e insultando", dijo.
El 31 de marzo de 2019, Pablo Lyle, su esposa e hijos y su cuñado se dirigían al Aeropuerto de Miami en el carro de este último, cuando adelantaron al vehículo de Juan Ricardo Hernández y el cubano los siguió hasta que en una luz roja se bajó para reprocharles.
En medio de la discusión, Lyle se bajó del carro y le dio un puñetazo que lo dejó tendido en el suelo, inconsciente. La familia siguió rumbo al aeropuerto y una vez allí, el actor mexicano fue arrestado por agresión, por lo cual tuvo que pagar una fianza de 5,000 dólares.
Pocos días después, Hernández falleció de una hemorragia en la parte frontal y posterior de la cabeza, señala la autopsia. La acusación de Lyle cambió a homicidio involuntario y, desde entonces, ha estado recluido en prisión domiciliaria con grillete electrónico.
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