La cubana Kaliema Antomarchi y su compatriota nacionalizado rumano Asley González dijeron adiós al Mundial de Judo de Tashkent en sus primeras salidas al tatami.
La veterana Antomarchi (78 kilos) recibió un rápido ippon de manos de la alemana Alina Boehm, una figura en ascenso que ganó el campeonato europeo de este año.
No obstante, la germana no logró subir al podio, presidido por la estelar brasileña Mayra Aguiar. Aquí la plata la alcanzó la china Zhenzhao Ma, y los bronces fueron a los cuellos de la ucraniana Yelyzaveta Lytvynenko y la polaca Beata Pacut-Kloczko, vencedora de Boehm en la discusión de ese metal.
Por su parte, González (100 kg) siguió sin poder reencontrar el camino que lo condujo tiempo atrás a ser uno de los mejores del mundo y quedó fuera de competencia en el riguroso debut que le deparó el sorteo.
El subcampeón olímpico en 2012 aguantó cuanto pudo ante el portugués Jorge Fonseca, bronce en Tokio 2020 y monarca planetario en 2019 y 2021, pero a la postre cedió por la vía del waza-ari.
González adquirió la ciudadanía rumana el año pasado y desde entonces compite bajo esa bandera.
La categoría la ganó el uzbeco Muzaffarbek Turoboyev, con segundo puesto para el canadiense Kyle Reyes y terceros para Zelym Kotsoiev (Azerbaiján) y Michael Korrel (Holanda).
Las tres últimas opciones cubanas saldrán al ruedo mañana por mediación de Andy Granda (+100 kg), Omar Cruz (+100 kg) y la laureada Idalys Ortiz (+78 kg). En caso de irse en blanco todos ellos, la Isla repetiría en el judo las decepciones vividas en los certámenes universales de atletismo y lucha.
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