Las instalaciones deportivas se caen a pedazos en La Habana y en la actual crisis el deterioro se hace más visible.
El medio de prensa oficialista Cubadebate mostró en un reportaje cómo un grupo de instalaciones deportivas icónicas de La Habana, se encuentran en la absoluta ruina, a pesar de ser parte del imaginario popular y de gran utilidad para la salud física y emocional de las personas.
En las imágenes publicadas se puede ver el deterioro del Parque deportivo José Martí, la Sala Rafael Trejo y el Pontón de Centro Habana. Todos destruidos por la falta de recursos, el implacable paso del tiempo, la sobreexplotación y la desidia del régimen.
Casi ninguna de estas grandes instalaciones se construyó durante la revolución. El Instituto de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) en distintos momentos las ha reparado pero en poco tiempo vuelven a quedar abandonadas a su suerte y su degradación es cada vez mayor.
La situación ha llegado al punto de que algunas instituciones han sido cerradas al público. Son inaccesibles por peligro de derrumbes. A pesar eso, el Inder indica que de 512 instalaciones deportivas que hay en La Habana tienen 300 evaluadas de bien, 11 de mal y el resto de regular.
Entrenamiento de deportes de combate
La Sala Trejo es una de las pocas instalaciones en que, a pesar de no tener todos los recursos necesarios, se sigue entrenando a campeones del boxeo cubano. Se fundó en 1933 y ha sido sede de eventos provinciales, nacionales e internacionales y lugar de entrenamiento del equipo nacional de Boxeo.
La reparación más reciente se le hizo en 2017. Arreglaron las puertas de las oficinas y el ring, pero no las zonas de entrenamiento y vestuarios de los deportistas. Los propios entrenadores deben ocuparse de la limpieza y el orden en el gimnasio.
Muchas veces son los atletas y entrenadores los que pintan los locales con sus recursos y movilizan a sus familiares para poder acondicionar las instalaciones y no dejar de entrenar porque el Estado es incapaz de garantizar los recursos mínimos.
Crisis con las piscinas en Cuba
La mayoría de los tanques de clavado del país están inutilizados. El funcionamiento de las piscinas requiere tanque de compensación, equipos cloradores y filtros que el Estado no puede sustentar.
Por si fuera poco, llevan un gran consumo de agua, productos químicos para el mantenimiento y energía eléctrica para bombeo y circulación del preciado recurso. Además tienen tecnologías de reciclaje del líquido que son obsoletas y que el gobierno cubano asegura es imposible importar por la actual crisis.
El Inder reconoció el pésimo estado de las piscinas en la capital cubana y confirmaron que "en su mayoría no brindan servicios ni a deportistas ni a público".
"Las piscinas son difíciles de recuperar, porque se necesita de un equipamiento especializado y un alto financiamiento que no tenemos. (...) Valoramos la idea de rescatarlas con la ayuda de algunas mipymes", dijo Osvaldo López Peña, inversionista de la dirección provincial de Deportes.
El Pontón de Centro Habana fue durante décadas una de las mejores instalaciones de la capital, pero su piscina lleva casi 30 años vacía y con la promesa de que van a repararla. Mientras llega el día, esperan llenas de mugre, con escombros, maleza, agua estancada y con las instalaciones hidráulicas destruidas.
Idaymis Sánchez Febles, directora de la institución explicó a la prensa que cuando llueve, "el agua ha llegado a cubrir el fondo de la piscina, siendo la evaporización por la intensidad del sol su sistema de drenaje". El Inder no tiene solución a esto porque el costo estimado de la reparación ronda los seis millones de pesos.
Parque deportivo José Martí, en el malecón, refleja la crisis del deporte en Cuba
Este icónico edificio se fundó en 1948. En el parque se practicaba lucha, boxeo, baloncesto, voleibol, atletismo, fútbol y béisbol. Además tiene un complejo de piscinas, para natación, clavado y polo acuático. Sin embargo toda el área de deportes acuáticos tiene un avanzado grado de deterioro y lleva 25 años sin funcionar.
Los daños arquitectónicos más visibles desde el exterior de la instalación se aprecian en las gradas del estadio, ubicado en terreno aledaño al Ministerio de Relaciones Exteriores, la Casa de las Américas, la Avenida de los Presidentes y Malecón.
Las conchas de las gradas se estima que han estado en ruinas por más de dos décadas, a pesar de que el edificio tiene valor patrimonial. El contingente Blas Roca lleva tres años trabajando en la remodelación de esta instalación pero no avanzan.
Ariel Darías Álvarez, director provincial de deportes, asegura que un impedimento para trabajar en esta instalación es su estilo arquitectónico. Señaló que solo hay en el mundo dos edificios similares, el de La Habana y uno en Nueva York, Estados Unidos.
Los cubanos han denunciado incontables veces el deterioro del Parque José Martí. En 2020 uno de los famosos que alzó su voz para llamar la atención sobre este lugar fue el cantante Yotuel Romero. "Nuestros recuerdos se derrumban", dijo y mostró las ruinas del centro deportivo que otrora fuera un referente en La Habana.
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