La cubana Miriam Pérez, madre de Amarilys Malagón Pérez, una de las balseras reportadas como desaparecidas en el naufragio ocurrido el 27 de septiembre en aguas cercanas a Key West, suplicó ayuda para que un familiar en Florida pueda identificar el presunto cadáver de la joven, que se encontraría en una morgue del condado de Monroe.
“Me llamaron desde una morgue para decirme que está allí, pero no dejan identificar el cuerpo, no dejan que yo mande mi adn, no dejan que mi sobrino la identifique, dicen que es ella como si la conocieran o fueran familia de ella”, se quejó entre lágrimas la afligida madre, que asegura no haber perdido la esperanza de que su hija -de 26 años y madre de un niño- esté viva.
“Ahora me han pedido otro autorizo, ya he dado dos autorizos para la morgue esa”, añadió Miriam, que no precisó en declaraciones recogidas por America Tevé el propósito de tales autorizaciones.
“Ayúdenme, por favor, que ustedes son madres y son padres y deben saber lo que se siente al perder un hijo y no poder estar cerca, ni ir a identificarlos”, concluyó visiblemente angustiada la mujer, que suplica que le permitan a un familiar reconocer los presuntos restos de su hija antes de repatriarlos a Cuba.
El exiliado Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, lamentó que las familias de balseros cubanos que no llegan a su destino sigan padeciendo tanto.
"Este es el triste caso que confirma una vez más la necesidad de que juntemos nuestras voces para que entre los congresistas, el pueblo y los medios de prensa logremos que cambien los protocolos, de manera que se pueda informar a los familiares más rápido cuando sus seres queridos están a bordo de los escampavías y que también se puedan repatriar los cadáveres en los propios escampavías", dijo Sánchez en declaraciones al citado medio.
Cronología de un trágico naufragio
El 28 de septiembre, cuando el huracán Ian se acercaba a la costa suroeste de Florida, la Guardia Costera (USCG) atendió a cuatro balseros cubanos que llegaron nadando hasta una playa y dieron aviso de que habían naufragado el día anterior junto a otras 23 personas que permanecían en el agua.
En ese momento oficiales de la Guardia Costera estadounidense activaron la búsqueda de los migrantes en medio del oleaje provocado por el ciclón y mantuvieron el operativo hasta el martes 4 de octubre, en que fue suspendido.
El mismo día en que se inició el rescate fueron encontrados con vida a dos millas de Boca Chica tres migrantes con síntomas de estrés, deshidratación y agotamiento extremo. Al día siguiente la USCG confirmó la localización de otros dos sobrevivientes, por lo cual del total de 27 migrantes, nueve se encontraban a salvo y continuarían la búsqueda de 18 personas desaparecidas.
El 30 de septiembre las autoridades confirmaron el hallazgo de un primer cadáver en el mar, cerca de Ocean Edge Marina. Ese mismo día reportaron el rescate de otro cuerpo sin vida cerca del canal de Boca Chica.
El 1 de octubre también reportaron el hallazgo de los restos mortales de tres mujeres, con lo que ascendió a cinco el número de cuerpos recuperados en el mar. Poco después se elevó a siete (seis mujeres y un hombre) la cifra muertes confirmadas tras el hallazgo de los cadáveres de otras dos féminas.
El martes 4 de octubre la Guardia Costera anunció la suspensión de las acciones de búsqueda y quedaron 11 personas desaparecidas cuyos cuerpos no han sido recuperados.
A comienzos de octubre, la abuela de la joven de 19 años Carolina Bárbara Gutiérrez -otra de las fallecidas en el naufragio- pidió desde Miami ayuda para retornar a Cuba los restos de su nieta fallecida.
“Necesito llevarle algo a mi hija de su hija: llevármela para Cuba, que mi hija tenga algo, lo que quede de Carolina", comentó la anciana Noemí Alfonso en conmovedoras declaraciones a CiberCuba.
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