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Eddie Palmieri, a sus 74 años, tiene la vitalidad de un músico de 24. Esta noche se sube al escenario para excitar al público con sus ritmos bailables que beben del jazz y de la música latina a partes iguales. El Festival Canarias Jazz & Más Heineken celebra su veinte aniversario con un concierto gratuito, a las 20:00 horas, en los exteriores del Auditorio de Tenerife con Eddie Palmieri, Eduardo Rojo Quintet, Esther Ovejero, Kid Loco dj y Gregorio Viera vj. –¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la música? –Mi hermano fue mi influencia musical, era nueve años mayor, y fue mi inspiración, él era un genio en el piano. Mi madre llegó de Puerto Rico en 1925 y mi padre llegó en el 26 y se casaron en Nueva York. Yo nací en 1936, y ahora tengo 24 años porque me enseñó un trompetista cubano que después de los 50 empiezas a contar otra vez. Mi madre ,que era costurera, nos puso en el piano. A los 13 años toqué timbales con un tío mío, en El Chino y su Banda Tropical. Mi mamá me decía "Eduard ¿tú no ves que lindo se ve tu hermano cuando va a trabajar y no tiene que cargar los instrumentos?" Después de dos años le di los timbales a mi tío y volví al piano. –En los años 60 creó la mítica banda La Perfecta, ¿cómo recuerda esos años en Nueva York? –Estuve tocando con diferentes orquestas y en 1961 empecé con La Perfecta y en aquel tiempo lo popular era la charanga. Y en vez de violines eran dos trombones y flautas de madera. Duró ocho años y en 1967 en Venezuela ganamos El Momo de oro que le daban a las orquestas extranjeras. En los 70 y 80 había cambiado el estilo de orquesta. En el 73 me fui a la compañía Coco Records, grabé Puerto Rico que fue un hit y Adoración cantado por Ismael Quintana. Y después grabo con Lalo Rodríguez, El sol de la música latina y gano el primer grammy de música latina, increíble pero cierto. Lo gané en el 75 y 76 y he ganado 9 grammys y tenido como 13 nominaciones. –¿Qué fue primero la rumba o el jazz? –De la rumba sale el guaguancó, la columbia, el mambo... cuando se dice salsa es una falta de respeto a esos patrones rítmicos. El gran Tito Puente dijo "yo pongo salsa encima de mi espagueti". Pero, utilizaron esa palabra y le dieron mucha promoción. Con la música latina bailable me gané el primer grammy, y eso para mí es único. Esa música está más floja ahora y la juventud está bailando otras cuestiones, pero el arte de ese baile siempre va a existir, porque son los patrones rítmicos más excitantes y más complicados que existen. Ese baile es único y cuando lo ponen con la música de jazz es lo que le da una fusión bien distinta, porque tienes la composición de jazz pero el tambor está por debajo. La fusión del siglo XXI es el latin jazz. –¿Cómo ha vivido la evolución del latin jazz hasta hoy? –Está mucho mejor, antes se llamaban mambos instrumentales, porque no había cantante. Después Dizzie Gillespie se encontró con el gran tambolero Chano Pozo en el 47 o 48 y ahí empieza el latin jazz. A todos los jazzistas no les gusta el tambor porque está lo que llaman el jazz puro, pero el tambor está ahí para siempre, guste a quien le guste. El latin jazz se está poniendo más y más fuerte, la única diferencia con el mío es que el mío es bailable porque me quedo bajo las estructuras del mambo instrumental. El que no baile es que está muy enfermo o muerto. –Vivió los inicios de la rumba y del latin jazz en Nueva York con músicos como Tito Puente, Gillespie, o Celia Cruz. ¿Quedan músicos como los de esa época? –Esa época más nunca va a volver, era cuando las orquestas bailables eran unos conjuntos tremendos como Tito Puente, Tito Rodríguez, Machito, y el baile más popular era el mambo que había salido de Cuba, y Cuba ha sido el país que ha sacado los patrones rítmicos y los bailes, ha puesto al mundo a bailar. Pero esa era no va a volver. Desafortunadamente, la juventud no conoce nada de esa era, ahora están con el hiphop y el rap, se han perdido la información de dónde viene los fundamentos de nuestra música. –Muchos jóvenes asocian música latina al reggaeton. –Es una tristeza, es otro pecado. Cada loco con su tema. –¿Cómo será el concierto de esta noche? –Ahh, eso va a ser potencia concentrada porque es un cuarteto que asusta, risas. Está Horacio ´El Negro´ Hernández, cubano él, baterista, y el trompetista Brian Lynch que es jazzista y conoce los géneros de la música latina. El joven Luques Curtis y después yo, que no me quedo atrás. –A usted lo han llamado desde ´Emperador de la Rumba´ o ´Sol de la Música Latina´, ¿con qué sobrenombre se queda? –Bueno, rumbero me gusta mucho porque era timbalero con mi tío y me encanta la percusión y cuando me dieron el título de ´rumbero del piano´ fue un honor. –Y con los 24 años que tiene. ¿Aún no se baja de los escenarios? –Hay Palmieri para rato. Fuente: La Opinion.es
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