Más del 70 por ciento de los cubanos que se incorporaron al empleo en 2022 prefirieron hacerlo en el sector privado, según indican las cifras oficiales hasta el cierre de agosto.
Del total de 152,373 personas que se incorporaron al empleo en Cuba en 2022 hasta el cierre de agosto, 107,754 lo hicieron en el sector no estatal, mientras que solo 44,619 fueron empleadas en entidades del sector público, según aseguró al diario oficialista Granma Ingrid Travieso Rosabal, directora de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
La funcionaria afirma que la preponderancia en el empleo no estatal está relacionada con las medidas para la diversificación de los actores económicos de la sociedad implementada por el gobierno cubano en los últimos años, aunque evita referirse a la crisis galopante de la industria y los servicios estatales que padece el país.
Dentro de los nuevos empleados del sector privado, 101,461 corresponden al trabajo por cuenta propia, 4,491 a otras formas de gestión privada, así como 1,802 personas pasaron a ocuparse de tierras estatales ociosas en usufructo.
Un total de 123 321 de las personas que se han incorporado al empleo en 2022 no contaban con ningún vínculo laboral. Mientras que, del total de nuevos empleos el 38 % son jóvenes menores de 35 años y el 31 % mujeres, y, del total de personas sin vínculo laboral, el 44 % son mujeres y el 29 % jóvenes.
Las cifras gubernamentales apuntan a que 16,117 personas más se incorporaron al trabajo en 2022 que en igual periodo del año anterior.
En general, Cuba cuenta con una fuerza laboral de 4,770,000 trabajadores activos, de ellos más de 3,160,000 trabajadores pertenecen al sector estatal, mientras que el privado agrupa cerca de 1,600,000.
Sin embargo, el Estado cubano no proporciona desde 2020 las estadísticas sobre la tasa de desempleo, debido a que la Encuesta Nacional de Ocupación no fue aplicada en 2021, sin que hayan trascendido las razones.
Travieso Rosabal comentó a Granma que más de 29,000 personas se integraron al trabajo este año como parte de la atención priorizada a sujetos de especial interés estatal, establecidas en el Código y el Reglamento de Trabajo.
A través del término “personas de interés estatal” se prioriza el empleo, según la funcionaria, de los egresados de los cursos regular diurno de los diferentes niveles de enseñanza, los licenciados del Servicio Militar Activo y otros grupos como las mujeres, las personas en situación de vulnerabilidad y aquellas que cumplen sanción o medida de seguridad en libertad.
Las autoridades cubanas buscan además potenciar las modalidades de teletrabajo y trabajo a distancia como forma de empleo, como una alternativa para ahorrar recursos, en medio de la crisis estructural la economía de la isla.
Pese a estas optimistas cifras oficiales, desde muchas provincias de Cuba llegan noticias de personas desempleadas que rechazan ofertas laborales, de éxodo laboral debido a los bajos salarios, y de puestos de trabajo que peligran debido a las medidas de austeridad estatal, en un país que vive además la crisis migratoria más grande de su historia.
El pasado julio, se conoció que el paquete de medidas aprobadas para el “fortalecimiento de la empresa estatal socialista” era la causa de que más de 2,300 trabajadores de Sancti Spíritus enfrentasen un proceso de “disponibilidad laboral”.
El eufemismo “disponibilidad laboral” enmascara el verdadero drama que enfrentan estos miles de trabajadores espirituanos: la pérdida de sus empleos y, por consiguiente, de sus salarios, lo cual repercute en la economía de sus familias.
Por si fuera poco, a inicios de año, un reporte de la prensa oficial aseguraba que más de la mitad de las personas desempleadas en esa misma provincia han rechazado las ofertas laborales ofrecidas por el gobierno local, en gran medida por los bajos salarios de las plazas disponibles.
Yudiana Afonso, coordinadora de Programas y Objetivos en el gobierno provincial, dijo al periódico oficialista Escambray que solo el 49% de los 9,814 solicitantes de empleo han aceptado las ofertas.
“Tenemos municipios como Fomento y Taguasco que no tienen ofertas, a no ser en el trabajo por cuenta propia”, agregó la funcionaria.
Hace unos días, trascendía, por su parte, los bajos salarios de los trabajadores son una de las causas que provocan el éxodo laboral en las termoeléctricas cubanas, realidad que se suma al deterioro que sufren esas instalaciones.
Un reportaje de la televisión estatal en la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, expuso la desmotivación de su mano de obra calificada debido a los bajos sueldos que cobran tras adoptarse la política de reordenamiento económico, lo cual los lleva a buscar empleo en sectores mejor remunerados.
“Mayormente por lo que el personal de operaciones decide irse es por la escasez de salario. En un momento, antes del reordenamiento, éramos una de las empresas que más se favorecía en el término de salarios, uno podía cubrir sus necesidades. Tras el reordenamiento caímos en un escalón muy bajo”, dijo Yoandry Flores, trabajador de esa instalación.
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