El gobierno cubano aprobó una resolución que permitirá a los pescadores privados la comercialización de algunas especies marinas de forma provisional.
La Gaceta Oficial en su edición No. 104 publicó la Resolución 52, que establece "cambios en la comercialización de los productos provenientes de la pesca comercial no estatal".
Esta facilita el otorgamiento de la Licencia de "Pesca Comercial no estatal" al eliminar un requisito que obligaba al pescador a concertar un contrato con una entidad autorizada para la comercialización de sus productos.
Asimismo, los autoriza a realizar la comercialización de las capturas de acuerdo con las decisiones que al respecto adopten los gobiernos locales.
Las especies autorizadas a capturar son peces, túnidos, ostiones, almejas, jaibas y camarones marinos, en este caso, fuera de las lagunas costeras, en aguas de la plataforma insular.
La citada resolución también autoriza a la Oficina Nacional de Inspección Estatal a iniciar un proceso de venta de las nuevas licencias de pesca, lo que alivia las preocupaciones de decenas de personas que se opusieron a la Ley de Pesca de 2019, porque esta establecía una reducción de las licencias por año que las autoridades otorgarían a pescadores por cuenta propia.
La normativa aclara que esta modificación se realiza de manera excepcional y experimental sobre el Artículo 8.1 de la Resolución 17 de marzo de 2022, que apuntala la Ley de Pesca (Ley 129) firmada por el régimen cubano el 13 de julio de 2019.
La Ley de Pesca aprobó la Pesca Comercial no estatal y reconoció al Pescador Comercial como actividad del trabajo por cuenta propia, con todos los derechos y deberes que ello incluye en materia laboral, lo cual fue uno de los argumentos citados por el régimen para justificar la necesidad de esa normativa.
En abril pasado el gobierno también había aprobado el Decreto Ley 60 que reconoce con carácter excepcional, los años de servicios de los pescadores que ejercían la pesca comercial privada con anterioridad a la vigencia de la Ley 129, a los cuales les garantizaba un régimen especial de seguridad social, a fin de estimular que los pescadores privados, muchos de ellos ilegales, se animaran a pedir las licencias.
Se estimaba entonces que unas 2.500 personas practicaban la pesca ilegal en el país.
A pesar de estas medidas y de que la Ley de Pesca se firmó con la promesa de garantizar la "seguridad alimentaria" de la población, los cubanos continúan sin consumir pescado.
Según cifras del Gobierno, entre 1989 y 2014 Cuba experimentó una reducción anual del consumo per cápita de pescado de 16.0 kg a 4.3 kg, situación que no ha mejorado hasta la fecha.
Actualmente y por mucho tiempo ya, la mayoría de los cubanos compra el pescado “por la izquierda” (en el mercado negro) porque su venta escasea en los comercios estatales.
El pasado año el gobierno reconoció que la pesca en el país no va a recuperarse: "No quiero romperle las ilusiones a ninguno, pero la pesca en Cuba no va a recuperarse a los niveles que experimentamos hace más de tres décadas", afirmó en entrevista con el portal gubernamental Cubadebate Ariel Padrón Valdés, director de Regulaciones Pesqueras y Ciencias del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL).
Entre muchas causas, Padrón Valdés dijo que desde la década del 90 la flota del país se fue retirando gradualmente de los caladeros internacionales de peces porque las embarcaciones cubanas eran obsoletas.
Asimismo, reconoció que hay una mala gestión estatal sobre el tema.
Recientemente se echaron a perder más de dos toneladas de pescado que estaban destinadas a venderse en una feria local en Bejucal, en la provincia de Mayabeque, se echaron a perder, según denuncias ciudadanas en redes sociales.
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