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Sobrevivientes y familiares de los fallecidos en la embarcación hundida frente a las costas de Bahía Honda al ser embestida por una lancha de Tropas Guardafronteras cubanas, el sábado último, denunciaron que se trató de un crimen premeditado y de una agresión injustificada.
El hecho, donde fallecieron siete personas y una continúa desaparecida, ocurrió el pasado 29 de octubre y la versión del régimen cubano lo describió como "el hundimiento de una embarcación que había violado las aguas territoriales de la isla tras una colisión con una lancha guardafronteras".
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Sin embargo, luego de ser liberados, los sobrevivientes revelaron al canal America Tevé detalles que evidencian que la familia García Meizoso, la cual viajaba en la nave involucrada rumbo a Estados Unidos, fue víctima de un ataque calculado e innecesario.
José García, el padre de Yerandy García Meizoso, uno de los fallecidos, afirmó que los guardafronteras ya "estaban esperando la lancha y le reventaron los tres motores".
Luego, "la lancha [del régimen cubano] se alejó un poco y viró, y la partió por la mitad y le pasó por encima de todo el mundo. El médico de Bahía Honda le dijo a la hermana de mi chamaco que los habían matado instantáneamente", aseguró.
En la embarcación, de la que fueron rescatadas inicialmente 23 personas –cinco de ellas sin vida– viajaba una embarazada. La joven contó que "los guardafronteras golpearon la lancha por atrás y neutralizaron los motores, luego dijeron que nos iban a partir al medio y así mismo fue".
"Nos fueron arriba con todo, a matarnos, ellos no tuvieron compasión ninguna. Todo el mundo les gritaba que había una embarazada y una niña y ellos respondieron que quién nos había mandado a montarnos, que por qué no pensamos las cosas antes de hacerlas", afirmó en declaraciones al citado canal de noticias.
Otro joven, quien todavía tiene lesiones en la cara, lamentó que los oficiales "no tuvieron escrúpulos, esa fue la cosa más triste de la vida que pudieron hacer esas personas, no hubo necesidad de haber hecho eso, ya que estábamos parados en el puesto".
"Decimos con estas palabras 'nos partieron la lancha al medio', fue gritado por uno de los guardacostas. Los familiares fuimos rescatando a las personas nosotros mismos, y empezamos a subirlas poco a poco porque ellos ni siquiera nos ayudaron", denunció.
Cuando las autoridades cubanas emitieron el comunicado oficial confirmaron la muerte de cinco personas, un hombre, tres mujeres y una niña de dos años llamada Elizabeth Meizoso. Sin embargo, ese reporte omitió que continuaban tres migrantes desaparecidos.
El domingo fue hallado el cuerpo de Yerandi García Meizoso, de 27 años, y este lunes los familiares encontraron el cuerpo de Israel Gómez, otro joven que iba en la embarcación. Aún continúa una persona desaparecida, de quien se desconoce la identidad.
José García aseguró que no se trató de un caso de tráfico humano como dicen las autoridades del régimen, sino de una embarcación que fue a buscar a una misma familia y a otros cuatro amigos cercanos que se sumaron.
Las declaraciones de los entrevistados coinciden con las de Diana Meizoso, madre de la niña fallecida, quien dijo a Radio Televisión Martí que fue una acción premeditada en la cual los oficiales de Guardafronteras "embistieron la lancha y la partieron al medio".
Afirmó que después de salir de Bahía Honda fueron rodeados por las embarcaciones militares, ante lo cual el piloto de la lancha, procedente de Florida, bajó la velocidad. "Cuando pasamos por el lado de ellos un oficial dijo: "Ahora los voy a partir al medio", relató.
La embarcación cubana se alejó y luego vino "recto para nosotros. Recto. A toda velocidad. A nosotros nos dio por el lado izquierdo… La partió, si yo vi los pedazos de lancha, y yo perdí el conocimiento del golpe que me di en la cabeza, y ahí fue cuando perdí a mi niña en los brazos, y la ola me tiraba para encima de un pedazo de la lancha", detalló Diana, en un relato que coincide con el de García y la joven embarazada.
Sobre el rescate, también denunció que las unidades de guardafronteras que estaban presentes "tiraron los salvavidas porque se los pedimos. Y porque la gente, agarrada a los trozos de lancha, se estaban hundiendo".
Yuneyka González, la abuela de la menor fallecida, ha denunciado también que ahora los sobrevivientes viven bajo un constante acoso de las autoridades cubanas y han sido interrogados varias veces a pesar de estar muy afectados psicológicamente.
La mujer, que tiene a un hijo aún hospitalizado con lesiones en la cara en el hospital Calixto García de La Habana, expresó que su hija Diana aún está en shock y bajo medicación por la pérdida de la niña y el modo en que sucedieron los hechos.
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