La plataforma estatal de compras online TuEnvío genera “récord de inconformidades” entre los matanceros quienes han quedado decepcionados luego de la implementación de la web 2.0 en su versión beta.
Según un reporte publicado este lunes por el periódico oficialista local Girón, los usuarios denuncian “dificultades para acceder a la página, luego para autenticarse, y ni hablar de la posibilidad, casi remota para la mayoría, de atrapar uno de los combos de la cada vez más restringida cifra que se vende”.
Por si esto fuera poco, quienes usan esta plataforma refieren que, en el caso de que lleguen a comprar uno de los combos que se oferta, muchas veces errores tecnológicos impiden recibir el mensaje que confirme que la transacción ha sido completada.
El reporte oficialista enumera fallos relacionados con la conexión con las pasarelas Transfermóvil o EnZona que provocan que la compra desaparece del carrito, que se venza el tiempo asignado para la compra o que la web se caiga.
Por último, denuncian también que, muchas veces luego de completado, el pedido el producto llega en mal estado u ocurren cancelaciones en las que el cliente tiene que lidiar con la incertidumbre de que le devuelvan el dinero, “responsabilidad que corresponde a la tienda y no pocas veces intenta evadir”.
Más allá de las dificultades web, los clientes también se quejan de otras cuestiones relacionadas con “horarios de venta pospuestos y anunciados tardíamente en el canal oficial, con el consiguiente gasto de tiempo, megas y dinero; mantenimientos prolongados; falta de comunicación, lo cual incluye el reto que impone comunicarse con el teléfono de la tienda”.
La nota de Girón informa además que, ante la demora en los tiempos de envío -“en noviembre hay clientes esperando porque les lleven los combos correspondientes al mes de junio, julio o agosto”-, TuEnvío decidió abrir un centro recolector exclusivamente en los municipios Matanzas, Cárdenas y Colón.
De esta manera, ahora están en posición de desventaja quienes viven en otros territorios, quienes poseen limitaciones para trasladarse o quienes, debido a horarios de trabajo, no pueden acudir en el plazo de 15 días que el centro de recolección dispone.
Por último, el reporte se queja de que en esta circunstancia haya surgido una nueva tienda con precios prohibitivos, límite a los productos y un insultante monto mínimo. Aunque no lo nombra, el reporte parece referirse a Katapult, la nueva tienda del empresario cubanoamericano Hugo Cancio, que ha desatado numerosas críticas en el mundo cubano.
En junio, una usuaria de TuEnvío relató su lamentable experiencia con la entrega de este servicio, de la cual dijo que “llega tarde, mal y con malos tratos”.
“Sabemos que comprar online en La Habana es cosa de campeones por lo difícil de empatarse con los productos ¿¡Hasta cuándo vamos a soportar maltrato en los servicios!?”, se quejó la periodista habanera Susana Tesoro.
“Vivo en un segundo piso, bajo la escalera y en la puerta que da a la calle le digo al chofer: ‘Mire, es aquí, puede traer su encargo’. Respuesta con cara del que me hace un favor: ‘Tienes que venir hasta aquí porque no puedo mojarme’ (Apenas caían una pequeñas goticas). Y yo le respondo: ‘Ni yo tampoco’. Contra respuesta: ‘Pues me llevo el encargo y sabe Dios cuando lo traiga, busca una sombrillita y ven’. Como necesitaba los productos, subí, busqué la sombrilla y al entregarme los productos me dijo: ‘Esto es un favor que yo hago, a mí no me pagan por esto’”, relató la cliente.
El servicio estatal de compras online TuEnvío surgió en 2020, cuando comenzó a aplicarse el distanciamiento social en Cuba, a raíz de la pandemia de COVID-19.
El servicio fue aupado en su origen por el propio gobernante cubano Miguel Díaz Canel, quien dio la orden, pública y reiterada, de abrir un sistema de ventas online con entrega a domicilio.
En menos de una semana después de su inicio, la plataforma virtual de ventas colapsó y suspendió el servicio durante unos 10 días.
Poco después, la plataforma comenzó a racionar la demanda a una vez al día por establecimiento, pero como esta operativa resultó inaplicable porque “no había infraestructura”, las tiendas virtuales pasaron a vender módulos previamente conformados y con precios fijos.
Esta nueva fórmula tampoco mejoró el servicio de la plataforma, por lo que un decreto gubernamental estableció finalmente que cada comprador virtual podía seguir comprando un solo módulo a diario, pero ya no en cada tienda, sino en una sola.
Pese a la ineficiencia de la plataforma, las autoridades prohibieron aplicaciones gratuitas creadas por especialistas y técnicos privados, que eran más funcionales que el servicio estatal.
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