Una nueva marca de cerveza cubana, llamada Parranda, fue presentada este miércoles en la Zona Especial de Desarrollo (ZED) Mariel.
Está previsto que en enero de 2023 concluya la construcción de la Fábrica Cervecería Cubana S.A que producirá la nueva bebida alcohólica, fruto de una empresa mixta cubano-holandesa constituida en 2019.
El negocio es resultado de la alianza estratégica entre Cuba Ron y la familia Swinkels, conocida en la isla por la línea Bavaria y Hollandia.
En el segundo trimestre de 2023 debe ponerse en marcha la nueva fábrica de cerveza, que tendrá una capacidad productiva inicial de un millón de hectolitros al año, según anunció su director general, el holandés Arnoud Van Schaik.
“Básicamente Parranda está destinada a cumplimentar la demanda nacional de cerveza, hoy insatisfecha, pero partiendo de un producto cubano, de un producto culturalmente y genuinamente cubano", dijo en declaraciones al Noticiero Nacional de Televisión, Andro Avón Maza, presidente interino de Cuba Ron.
Una de las novedades de Parranda es que se envasará en tecnología PET (polietilén tereftalato), un material plástico cuyas botellas tendrán un formato de 0,5 litros y también de un litro y medio, algo que "facilitará tenerla en casa, consumirla y volverla a tapar", según aseguró el inversionista Iván Martínez.
“¿Y por qué Parranda? Las parrandas son patrimonio cultural del país y de la UNESCO, emocionan a la gente. Queremos añadir frescura y alegría a nuestra cerveza. Queremos unir a las personas, a las familias, cuando comparten sus experiencias. Queremos estar presentes en esos momentos”, dijo el director general Arnoud Van Schaik.
El conglomerado también producirá y comercializará bebidas con bases de maltas alcohólicas y no alcohólicas, además de otras energizantes.
La elaboración de la nueva cerveza llevará asociado un proyecto de reciclaje, en coordinación con varias empresas nacionales e internacionales, destinado a reutilizar el material plástico de los envases.
La inversión de la fábrica supera los 100 millones de dólares y cuenta con una tecnología de altos estándares internacionales, según subrayó su director.
En octubre fue noticia que el mayor productor de cerveza del mundo, la empresa belgo-brasileña AB Inbev, inició un proceso legal contra Swinkels Family Brewers por la decisión de la cervecera holandesa de construir una fábrica en Cuba, algo que molestó al gigante cervecero, que alega que tenía acuerdo de exclusividad con Cuba.
En 2002 el gobierno cubano otorgó a la empresa AB Inbev el derecho exclusivo de fabricar y vender cerveza en Cuba durante 30 años. El gigante cervecero opera desde hace años en Cuba las marcas Bucanero y Cristal.
Sin embargo, en 2019 el gobierno cubano revocó esa exclusividad, lo cual llevó al gigante cervecero a iniciar un proceso de arbitraje ante los tribunales.
Conocida principalmente por sus marcas Bavaria, 8.6, Hollandia y La Trappe, entre otras, Swinkels Family Brewers es una empresa familiar independiente que desde 1980 exporta cervezas a Cuba.
Mientras litiga la decisión de las autoridades cubanas que afectan su acuerdo de exclusividad, AB Inbev presentó una demanda contra Swinkels Family Brewers por estimar que la cervecera actúa de manera ilegal al aprovecharse de la violación del derecho de exclusividad por parte del gobierno cubano.
En el caso de la corporación Cuba Ron, la otra pieza de la alianza en la naciente cerveza Parranda, fue fundada en 1993 y es una embotelladora estatal de Havana Club y de otras bebidas alcohólicas cubanas.
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