Dos hermanas cubanas condenadas por las protestas del 11J, que arribaron a costas de Florida el pasado fin de semana aprovechando que estaban bajo fianza, califican de “gloriosa” la manifestación y de terrible los recuerdos del tiempo que estuvieron detenidas.
“A nosotras nos hicieron un juicio y estuvimos esperando a que llegara la sentencia. Pensábamos que todo iba a estar bien, pero al final no cambió nada y ahí fue cuando tomamos acción”, relata Mariana Fernández León, de 20 años, según declaraciones al canal AmericaTeVe.
“No podíamos vivir presas e iban a seguir tomando represalias contra nosotros, por gusto, sin nosotras haber hecho nada, porque nosotras no somos unas delincuentes”, añadió la joven.
Mariana explica que el 11J “fue glorioso porque se hizo algo que no se había hecho”, aunque califica de “dura” la represión posterior de la que fueron víctimas ella, su hermana y la familia en general.
“Para mí eso fue terrible, lo que pasé yo no lo puedo explicar…solo recordar cómo me sacaron de mi casa delante de mi abuela que está enferma de Alzheimer, delante de los niños y de mis otras dos hermanas, que no tenían nada ver. A mí me cogieron por el cuello me dieron con el 'bate'”, cuenta entre lágrimas Yaneris Redondo León, de 31 años.
Yaneris cuenta que tras la violenta forma en que las sacaron de su casa fueron conducidas a la estación de policía del Capri. Luego de ahí las llevaron para 100 y Aladabó y luego al Capri nuevamente y a la estación de Acosta.
“Ahí estuvimos como 10 días detenidas y solo recordar eso me da pavor”, concluye.
Ambas fueron detenidas el 18 de julio de 2021 y liberadas una semana después tras pagar una fianza de mil pesos. En el último año fueron acosadas por la Seguridad del Estado, incluyendo al novio de una de ellas, William Méndez, que también hizo la travesía marítima.
Mariana Fernández León y Yaneris Redondo León fueron sentenciadas en septiembre a 4 años de trabajo correccional sin internamiento y a 7 años de privación de libertad, respectivamente, por los delitos de atentado, desórdenes públicos y desacato.
Salieron de la isla en una embarcación el sábado 12 de noviembre y arribaron a Estados Unidos al día siguiente.
“Saber que mi familia estando allá puede correr peligro porque estamos hablando y eso me angustia. Temo por mi familia”, lamenta Yaneris; quien a continuación añade “El pueblo cubano no se va a unir porque tiene mucho miedo”.
Ambas piden comprensión para quienes escapan de Cuba buscando libertad.
“El miedo siempre estuvo ahí. Teníamos mucho miedo de que todo saliera mal, de que esto no fuera posible, pero gracias a Dios todo salió bien", concluye Mariana sobre la travesía marítima.
En días recientes la editora y activista Salomé García Bacallao dio a conocer en Twitter el arribo a Florida de las dos hermanas e hizo un llamado a las autoridades estadounidenses para que “no sean deportadas y tengan la oportunidad de defender su solicitud de asilo ante un juez evitar su deportación”.
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