Con el veterano Enner Valencia "on fire", Ecuador desbarató las ilusiones locales (2x0) en el partido inaugural de Qatar 2022 y comenzó a tejer el sueño de lograr su mejor actuación en un Mundial.
Valencia, que con los años ha abandonado las funciones de delantero centro para retrasarse tirado a banda izquierda, marcó tan pronto como en el minuto 3 en una acción donde cabeceó a placer tras combinarse una pésima salida de Saad Alsheeb y la fragilidad de un bloque defensivo que nunca dio con el antídoto.
Sin embargo, el VAR entró en escena para anular la diana por offside -que efectivamente lo había-, y la afición de los Marrones respiró aliviada.
La tranquilidad no duró mucho. Al '14, un pase en profundidad dejó a Valencia solo frente a la cabaña adversaria, y la falta del cancerbero decretó un penal inapelable. Dos minutos después, el ahora atacante del Fenerbahce convertía con un cobro suave y ajustado. Nunca antes el primer gol de una Copa del Mundo había llegado desde el manchón blanco del área.
Desde ese momento, en Qatar empezaron a temerse lo peor. El equipo dependía del juego directo en lugar de su habitual estilo de toque y construcción paciente, pero apenas conseguía pisar campo rival. Akram Afif y Almoez Ali, sus dos bazas de triunfo, vivían desconectados del balón, y del medio hacia atrás había nervios que facilitaban las veloces embestidas de la Tri.
En una de esas cayó el segundo gol (m. 31) de los hombres de Gustavo Alfaro, obra de un testarazo impecable de Valencia a centro de Ángelo Preciado. La historia estaba prácticamente escrita, y el “Lechuga” se convertía en el primer técnico argentino que gana un encuentro inaugural a este nivel: César Luis Menotti había perdido en 1982 ante Bélgica, Carlos Salvador Bilardo lo imitó en 1990 versus Camerún, y Juan Antonio Pizzi llevaba las riendas de Arabia Saudita cuando Rusia la goleó en la apertura del último Mundial.
El complementario vivió un curso similar, para colmo, con las gradas a medio vaciar. Ante un rival correoso y ordenado, los Marrones no eran ni la sombra del seleccionado que ganó invicto la Copa de Asia 2019, y el propio Ali se gastaba el doloroso lujo de fallar una oportunidad a bocajarro, la más clara (y casi única) de que gozó el once anfitrión. Porque el dinero puede comprar sedes, pero no garantiza buen fútbol sobre el pasto.
Atrás quedaba, irremisiblemente superada, la historia del amistoso sostenido por ambos planteles en octubre de 2018 (previo a la llegada de Alfaro al timón de mando), cuando los qataríes se impusieron 4x3 en Doha.
“Queremos llegar lejos”, dijo el DT gaucho en la rueda de prensa anterior al desafío, y el terreno mostró que la Tricolor sigue siendo el conjunto exigente que ganó su boleto en las eliminatorias de la CONMEBOL a despecho de escuadras como Chile, Paraguay, Perú y Colombia.
Ya en las postrimerías, el entrenador catalán Félix Sánchez Bas optó por mandar al césped del estadio Al Bayt a Mohammed Muntari y extraer del campo a su capitán, Hassan Al Haydos, en una desesperada apuesta por la estatura y el juego por aire. Pero en vano.
Eso sí, todo no fue color de rosas para los ecuatorianos, pues Valencia, un incordio constante, se quejó de un par de faltas que lo hicieron salir a la altura del '75 con molestias evidentes en una de sus piernas.
A la espera de lo que determinen los médicos acerca del estado físico de la gran figura ofensiva del grupo, lo cierto es que Ecuador hizo los deberes y se pone camino de llegar a unos octavos de final que solamente conoció hace 16 años, en una de sus tres visitas anteriores a los predios mundialistas.
En materia de resultado deportivo, el peor anfitrión de estas lides ha sido Sudáfrica, que salió eliminada en la fase inicial de 2010 luego de sacar un triunfo, un empate y un revés. Qatar, está visto, pondrá el listón más bajo. de momento, es el primer dueño de casa que pierde en un partido inaugural.
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