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El gobierno de Santiago de Cuba fracasó en su intento de topar los precios de productos agrícolas y alimentos en el territorio.
El diario local Sierra Maestra informó que, aunque el gobierno provincial obligó a los vendedores privados a disminuir los precios de los productos en las ferias agropecuarias a partir del 12 noviembre, los vendedores siguieron ofertando los alimentos a altos precios y a la vista de inspectores y organizadores de la feria que no intercedieron para hacer cumplir la medida.
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Una periodista de ese medio oficialista local acudió a la feria ocurrida en la Avenida de Céspedes y encontró los alimentos en su precio habitual y elevado e increpó a los vendedores, pero uno de ellos adujo que “esos precios [los topados] son para enero” y no hizo caso a su reclamo.
“No importó que explicara que el periódico había publicado la lista con los precios topados en las áreas de Ferias, no importó que le fotografiara la mal pintada cartelera con los precios ni que le intentara mostrar desde mi celular la tabla; hizo caso omiso a mis reclamos y para colmos, recibí improperios de muchos que, al parecer no les dolía desembolsar más del doble de su valor”, dijo la reportera en el texto.
La medida de reducir el costo de los productos no fue acatada. En el listado oficial circulado en las redes sociales, el plátano que las autoridades fijaron a 7.00 pesos la libra, se comercializaba en la feria a 15, según dijo la periodista.
Según la mujer, que llamó “timadores y oportunistas” a los revendedores, en los precios topados habría que incluir “otros productos muy cotizados que su valor en el mercado callejero están por los cielos, dígase frijoles, berenjenas, habichuelas, quimbombó, ñame, lechuga, zanahoria, naranja dulce, ajo, cebolla; condimentos verdes como el culantro, perejil, ajo porro y otras frutas”.
Los alimentos comercializados en la feria exceden las posibilidades de los ciudadanos, pues la carne no baja de 350 pesos la libra, dijo el texto, insinuando que para el 31 de diciembre su valor será mayor.
Otros gobiernos provinciales han intentado topar los precios. En Las Tunas, provincia de la zona oriental del país, las autoridades en junio toparon el precio de los productos agropecuarios y amenazaron a los comerciantes con rigurosas inspecciones.
La libra de plátano vianda se estableció a 12.00 pesos, 7.00 la libra de plátano burro, 8.00 la de boniato, 7.00 la de yuca, 6.00 la de calabaza, 10.00 la de lechuga, 30.00 la de tomate y 20.00 pesos la de col.
Según Manuel Pérez Gallego, primer secretario del Partido, los precios se topaban para "proteger el nivel adquisitivo de la población" y advirtió que "no se iba a permitir desorganización en la actividad comercial".
En fechas recientes se buscó topar los precios en Granma, pero la medida no fue bien recibida. Los comerciantes a los pocos días estaban vendiendo los productos a los mismos precios sin que nadie actuara desde las instituciones estatales por evitarlo.
En una suerte de protesta, los vendedores bayameses se mantuvieron horas inactivos, sin vender, como rechazo a la disposición del territorio de disminuir los precios de un grupo de productos con alta demanda.
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