Un liniero de Ciego de Ávila resultó lesionado de gravedad tras caer de un poste en Pinar del Río, cuando trabajaba en la recuperación de los daños causados por el huracán Ian.
El hecho se informó en reunión con linieros, jefes de brigada y trabajadores de las Unidades Empresariales de Base (UEB) de transporte y operaciones de la Empresa Eléctrica de la provincia avileña.
Según Alain Rodríguez López, especialista de seguridad y salud del trabajo de la entidad, el accidente se debió a una causa técnica: al subirse al poste de hormigón, sobre las 7:00 p.m., la estructura se partió y el hombre cayó de una altura de siete metros, aproximadamente, lo cual le provocó la fractura de dos costillas.
"La brigada revisó la columna, pero la parte partida se encontraba por debajo del límite del suelo, no era visible, entonces al comprobar la línea y efectuar presión mecánica, se desplomó la estructura", precisó Rodríguez, citado por el semanario Invasor.
Además de este incidente grave, la Empresa Eléctrica avileña reportó este año un accidente de tránsito leve.
En el encuentro, los obreros denunciaron la situación de la alimentación y de sus uniformes, que no cumplen con los requisitos de calidad, pues están compuestos en un 75 por ciento de poliéster, cuando deben ser totalmente de algodón.
Daniel Pérez García, director general de la empresa, reconoció que los medios de protección "no están a la altura de los requerimientos", y planteó como "solución" reforzar la seguridad, desde lo personal hasta lo institucional.
"El calzado y la ropa nos llegó con dificultades de calidad. Eso es un problema objetivo a partir de la situación económica del país con limitaciones para la importación. Buscamos la alternativa a partir de lo disponible en el territorio nacional", dijo.
Entre septiembre y noviembre, durante la recuperación de infraestructuras dañadas por el huracán Ian en la región occidental, murieron cuatro trabajadores eléctricos: uno en Pinar del Río, dos en La Habana y otro en Villa Clara. Este último falleció en ese período, aunque su deceso no estuvo relacionado con dichas labores.
A comienzos de noviembre, José Ignacio Rodríguez Antúnez, camagüeyano de 24 años, se electrocutó mientras laboraba en el restablecimiento del servicio eléctrico en San Juan y Martínez, Pinar del Río.
El joven murió pocos días después de celebrar su cumpleaños, pertenecía a la brigada del municipio Vertientes y se había graduado de liniero en agosto pasado.
Los linieros Nelson Nieto y Carlos Peña Castellano, quienes laboraban en la reparación de las líneas eléctricas en La Habana, fallecieron a finales de septiembre e inicios de octubre, respectivamente.
Peña Castellano, de 37 años y natural de San Antonio de los Baños, Artemisa, viajó a la capital para apoyar en la recuperación del tendido eléctrico. Según un allegado, murió tras sufrir una hipoglicemia y caer desde las alturas, porque estaba trabajando sin merendar.
La otra víctima, Nelson Nieto, resultó gravemente herido por una línea activa y fue conducido a un hospital de La Habana, donde falleció.
Su esposa denunció que para el entierro "no había ni una guagua", e hizo duros cuestionamientos a los directivos de la empresa eléctrica por ignorar su dolor y no ofrecer la más mínima condolencia por esa muerte.
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