El ciudadano búlgaro Andrian Georgiev, preso en la cárcel para extranjeros La Condesa, en la provincia Mayabeque, se declaró en huelga de hambre desde el lunes último.
En un mensaje enviado a CiberCuba, el reo explicó que ha tomado la decisión en protesta por el secretismo oficial en relación con su condición de salud, entre otros motivos.
Georgiev lleva más de un año y medio padeciendo sangramientos y dolores, lo que incrementa su preocupación y su deterioro físico. Hace nueve meses espera por una copia del disco de la resonancia magnética que le realizaron y sus resultados, así como el resumen de historia clínica.
“Falta de derechos humanos y discriminación”, aseguró en su precario español, y confesó que teme por su vida.
También denunció la deficiente alimentación en la prisión y la carencia de medicamentos, al tiempo que acusó al médico y a las autoridades de la cárcel para extranjeros y del Combinado del Este de ocultar información sobre su estado real de salud y de falsificar documentos.
De acuerdo con la versión del reo, la embajada de su país en Cuba recibió de manos de las autoridades de La Condesa “documentos falsos” relativos al padecimiento del búlgaro.
“Mi familia quiere preguntar al médico de La Condesa, doctor Juan Ramírez Agüero, cuánto vale la vida de un extranjero”, dijo Georgiev y cuestionó por qué ninguna institución hace una revisión de su caso.
CiberCuba entrevistó vía telefónica a un familiar cercano del recluso, y le preguntó por la información contenida en los mencionados documentos. Sin embargo, la propia familia sabe muy poco de la situación médica o jurídica de Georgiev.
“Aquí en Bulgaria no dan ninguna información sobre su salud. Hablamos por teléfono, pero muy brevemente, me dice que lo llevaron a exámenes y nada más”, lamentó el pariente.
Lo anterior se debe a las restricciones impuestas por las autoridades carcelarias cubanas que prohíben a los reclusos hablar de sus casos judiciales o problemas que los aquejan so pena de privarlos de los escasos beneficios de los cuales disfrutan, como son las llamadas y visitas familiares.
Así lo han denunciado varios presos de La Condesa y también reos cubanos que cumplen sanciones por delitos comunes y políticos en la isla.
De acuerdo con la información que ha podido obtener CiberCuba, el ciudadano búlgaro lleva en prisión dos años y siete meses, sin juicio, bajo sospecha de fraude con tarjeta.
En diciembre de 2021 fue “golpeado y amenazado por el jefe de reeducación Primer Teniente Luis Manuel Madera Miranda [con] que no va a salir con vida de esta prisión”, de acuerdo a una denuncia hecha pública entonces en CiberCuba.
El motivo que despertó la cólera del oficial fue la petición reiterada de asistencia médica del prisionero para aliviar las referidas dolencias, que lo aquejan desde hace más de un año, las cuales fueron sistemáticamente ignoradas por los guardias de prisión, aseguraba el testimonio.
En aquel momento, trascendió que el oficial “modifica los resultados y las confirmaciones de los especialistas en medicina con su propia conclusión”.
Para Madera Miranda, el reo “no necesita ninguna ayuda médica y prohíbe al médico de la prisión que dé ningún medicamento y resultado”, denunció la fuente en el mensaje del año pasado, sin precisar la enfermedad que padece Georgiev.
El cónsul de Bulgaria en La Habana, Georgi Gaytandzhiev, confirmó entonces a CiberCuba que “el MINREX de la República de Bulgaria tiene conocimiento sobre el caso del Sr. Andrian Georgiev”, aunque no precisó más detalles.
No es la primera vez que un preso extranjero en La Condesa recurre a la huelga de hambre para que sus derechos sean respetados.
El 23 de julio de 2021 el colombiano Wilson Marín Castellanos comenzó una huelga de hambre y de sed que sería secundada por un prisionero de nombre Arturo Sánchez y otros reclusos hispanos.
Fuentes consultadas en aquel momento por este sitio de noticias aseguraron que ambos habían cumplido más de la mitad de sus condenas y exigían que se valorara su expatriación o libertad condicional.
“Las huelgas de hambre son fríamente reprimidas en Cuba. Ellos [los guardias] quieren que suframos eternamente y en silencio”, dijo entonces uno de los reos a CiberCuba desde La Condesa.
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