Yarelis Barrios, talentosa discóbola cubana, se encuentra en el estado de Kentucky, sudeste de Estados Unidos, tras realizar una travesía de 10 días desde su salida de La Habana vía Santo Domingo y Nicaragua.
En exclusiva para CiberCuba, la "Efigie de bronce" del atletismo cubano ofrece sus primeras declaraciones luego de pasar la frontera. Su entrada a suelo estadounidense fue por Piedras Negras, México.
¡Ay, mi July! tomé la decisión de partir, porque de veras ya era insostenible la situación, fueron sus palabras iniciales. Después que Yipsi Moreno fue sustituida, yo permanecí y conversé con el nuevo comisionado Rolando Charró Estrada, quien en un principio aceptó mis planes con miras a mejorar el atletismo cubano.
Tú sabes que Yipsi y yo habíamos tratado de guiar los planes de entrenamiento hacia un confort de los atletas, quisimos que el ambiente cambiara, pero nada de eso fue posible. Desde 2017 yo estuve luchando junto a ella pero, increíblemente, no fui oficializada como metodóloga hasta 2021, después de mil solicitudes hechas por Yipsi.
Con la llegada de un nuevo comisionado, regresaron algunos técnicos y atletas que se habían alejado, y de esta forma fui relegada.
Yo siempre he sido leal y le manifesté a Charró Estrada que estaba dispuesta a echar pie en tierra con él, a trabajar todas las horas que fueran necesarias, pero que lo que hicimos Yipsi y yo no lo compartiría. Que partiríamos de cero. Me puso a trabajar en el conocido "por potencial", vaya, la lista de los técnicos que podían ir a trabajar al extranjero. Eso no era junto a los atletas, era una labor burocrática para la cual no sirvo.
Estuve trabajando hasta octubre y ahí pedí mis vacaciones acumuladas que eran muchas, pues yo con Yipsi no descansaba.
Fue así que algo en lo que había pensado… emigrar (aunque no fuera necesariamente para Estados Unidos) tomó fuerza y junto a mi actual esposo, el entrenador de lanzamientos Adrián Ramírez y mi pequeña de ocho añitos, Ivana Regla Valdés, tomamos el camino de los sueños, y lo más viable era este gran país en el que me encuentro.
¿Qué piensan hacer?
Por lo pronto, lo que hace todo emigrante: trabajar en lo que aparezca. Mientras no tengamos papeles, documentos, haremos lo que venga. La niña puede incorporarse desde ya a la escuela y el inglés lo irá aprendiendo paulatinamente.
¿Dónde viven?
En casa del nieto de mi madrina, Roberto Pujadas, quien desde Cuba nos dio toda la confianza y el apoyo, y a quien estamos muy agradecidos. Vivimos en la ciudad de Louisville, estado de Kentucky.
La "Efigie de bronce" protagonizó actuaciones muy difíciles de igualar, sobre todo en la decadente situación de nuestro campo y pista: medalla de bronce en Londres 2012; cuatro veces medallista mundial; dos, campeona panamericana; y dos, líder de la Liga del Diamante. Marca personal de 68 metros 3 centímetros.
Sabes que yo fui subcampeona olímpica en Beijing 2008 y que me arrebataron mi medalla ocho años después por un supuesto doping con acetazolamida, sustancia que yo no sabía ni de su existencia.
No quiero recordar los aterradores momentos vividos en el Consejo de Estado cuando José Ramón Fernández, entonces presidente del Comité Olímpico Cubano, quería obligarme a declararme culpable y yo, sabedora de mi inocencia, le repetía una y mil veces que no lo haría porque no era justo.
Esa presea de plata me la quitaron en 2016, como te dije, ocho años después. No fui defendida como correspondía. Incluso, te explico que Alberto Juantorena y Jorge Luis Aguilera quisieron ayudarme avisándome sobre otra reclamación y por mediación de una amiga española logré hacer dicha reclamación a la Federación Internacional depositando ella mil euros, lo que jamás prosperó, ni siquiera se supo más de ese dinero.
Y ahora vienen a decirme que yo no soy ejemplo para las nuevas generaciones de atletas, cuando tú sí sabes cuánto trabajé por mejorarles la vida a todos ellos. Era fácil culparme por un doping falso, y sin defensa, pues el abogado que fue conmigo a Lausana, Suiza, sede del Comité Olímpico Internacional, iba desprovisto de armas suficientes para mi defensa. Ese lastre lo tengo encima y de veras no podía más, aunque jamás fui sancionada. Dime, ¿cómo se explica eso?
A todo esto, agrégale la situación del país, y te darás cuenta que lo mejor que hicimos fue huir de nuestra querida Cuba.
Muchos momentos de gloria nos dio Yarelis Barrios. Convencida estoy que muchísimos más le esperan, pues su perseverancia y férrea voluntad de hacer la van a situar en lo más alto del podio de su vida.
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