Los habitantes de la localidad hondureña de Trojes, en la frontera con Nicaragua, obtienen beneficios económicos con la crisis migratoria cubana, ya que constituyen la mayoría de los que pasan por allí.
"Las billeteras de los conductores de moto-taxi están repletas de dólares, los letreros se pegan en las casas de toda la comunidad anunciando el alquiler de habitaciones y baños o el cambio de divisas, y los vendedores de todo tipo están haciendo buenos negocios", relata el periódico británico The Guardian.
Osman Salinas, un vendedor ambulante de esa localidad, declaró que todo esto "es una bendición" y ha vivido el mejor año de su vida.
Sin embargo, con el aumento de los migrantes los negocios aprovechan para subir precios y cobrar tarifas diferenciadas a los que van de paso.
“En cada pueblo o lugar hay gente mirando a ver cómo se puede doblar el precio de las cosas que necesitan los migrantes, porque son migrantes que no vamos a volver a ver y no tienen como denunciar la injusticia que están pasando, ”, dijo Ana Ramírez, coordinadora de un albergue para migrantes en Esquipulas, Guatemala.
Un autobús cobra $ 9 po cada persona que se traslada desde Trojes hasta Danlí, a más de 70 km al oeste, a donde llegan los diferentes grupos antes de avanzar a Tegucigalpa, la capital; aunque también hay autobuses que van directo hasta la frontera con Guatemala.
"Facilitar los viajes a través de Honduras es una amnistía implementada por el gobierno en agosto que absuelve a los migrantes de tener que pagar aproximadamente $230 por persona por un pase de tránsito y les permite cinco días para viajar por el país sin temor a la deportación", destaca el reporte del periódico británico.
Al cierre de octubre, las autoridades migratorias de Honduras habían registrado más de 30 mil entradas irregulares, casi superando los números que hubo en 2019, y la mayoría de las personas pasan por Trojes, localidad con apenas 50 mil habitantes.
La crisis migratoria por Centroamérica se vio reforzada por la pandemia del coronavirus y la posibilidad que dio Nicaragua a los cubanos de viajar sin necesidad de visado, una decisión que para algunos analistas permitió a La Habana aliviar las tensiones políticas y económicas que vive desde hace varios años.
Estados Unidos, junto a gobiernos como México y Guatemala, ha adoptado medidas para cortar ese flujo migratorio masivo, sin tener mucho éxito en su plan, aunque el número de deportados ha incrementado también de manera considerable.
La próxima semana expirará el Título 42, una decisión federal emitida por motivos de salud y que obliga a los inmigrantes a esperar una respuesta de las autoridades estadounidenses en territorio mexicano.
Previendo esta crisis, el gobierno de Joe Biden anunció que procederá a repatriar de manera expedita a aquellos que no tengan motivos legales para ingresar por la frontera a Estados Unidos.
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