La activista cubana Yeilis Torres Cruz, actualmente recluida en un centro de detención de inmigrantes del condado de Broward (sur de Florida), denunció irregularidades en su caso de asilo político y agregó que prefiere morir antes que ser repatriada a la isla.
La joven huyó en mayo pasado de su país, donde pasó 10 meses en prisión por encarar públicamente al vocero oficialista Humberto López, pero durante la travesía marítima hacia Florida fue detenida por la Guardia Costera y desde entonces ha estado en riesgo de deportación.
Primero fue llevada a la Base Naval de Guantánamo a la espera de recibir refugio en un tercer país, y el pasado 10 de diciembre llegó al aeropuerto de Fort Lauderdale y fue trasladada al mencionado centro de detención, donde permanecerá hasta el juicio de asilo previsto para el próximo 12 de enero.
En un mensaje enviado a su esposo, Pavel Pérez, y difundido por la cadena Univisión, la activista afirmó que "prefiere morir antes que regresar a Cuba".
Asimismo ha dicho que su caso ha tenido varias "irregularidades", lo que explica que otros balseros detenidos en el mar hayan encontrado vías más expeditas para permanecer en EE.UU. y, en cambio, la situación de ella aún no se haya definido.
En el mensaje asegura que el trato recibido en Estados Unidos no ha sido justo y pidió ayuda de la comunidad cubana para obtener el asilo político.
Torres es miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotora de la iniciativa Cuba Decide, por lo que era muy acosada por el régimen de La Habana, que en varias ocasiones orquestó asesinatos de reputación en su contra y emprendió una fuerte persecución contra ella que incluía citaciones frecuentes y entrevistas intimidatorias con agentes de la Policía y de la Seguridad del Estado.
En mayo de 2021 la mujer encaró públicamente al vocero oficialista Humberto López a la salida de la casa de una presunta amante, y Torres fue acusada de atentado contra una autoridad pública a pesar de que el periodista la habría golpeado y perseguido en plena calle, según denunció.
Pasó 10 meses en prisión hasta que en abril de 2022 fue eximida de cargos penales, pero el acoso del régimen no paró y continuó recibiendo citatorios.
En mayo la activista decidió salir de Cuba junto a una docena de personas, pero la embarcación fue interceptada por la Guardia Costera. Según las leyes estadounidenses, los inmigrantes detenidos en el mar son devueltos al país de origen.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés) informó en noviembre que 22 cubanos estaban en espera de "un reasentamiento en un tercer país" en la base naval de Guantánamo, incluida Yeilis Torres Cruz, por manifestar temor creíble de persecución o tortura si son regresados a su país. También había en la base ubicada en el extremo oriente de Cuba tres haitianos y tres dominicanos.
"La Guardia Costera transporta a Guantánamo a aquellos extranjeros detenidos en aguas de la región del Caribe y que, al ser entrevistados en el mar por especialistas en protección y chequeo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), manifiestan temor creíble de persecución o tortura si son regresados a su país de origen, de salida o en su último lugar de residencia", explicó un portavoz del DHS.
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