El gobierno de Japón y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) donó a Cuba equipos de refrigeración que permitirán conservar vacunas en siete provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
Al menos 255 policlínicos de esos territorios, y los institutos de Ingeniería Genética y Biotecnología y Finlay de Vacunas, en La Habana, se beneficiarán con el proyecto "Fortalecimiento de la capacidad del Sistema Nacional de Salud para la crisis del COVID19", de acuerdo con un reporte de la televisión estatal cubana.
La representante de la UNICEF en Cuba, Alejandra Trossero, destacó que este proyecto beneficiará a más de seis millones de ciudadanos, de los cuales más de un millón son menores de edad.
Hirata Kenji, embajador de japón en Cuba, explicó que el impacto de esta donación va más allá del control del coronavirus
"La cadena de frío, reforzada con este proyecto, también tiene un impacto positivo para otros tipos de campaña de vacunación", celebró el diplomático.
El proyecto se encuentra en un 90 % de ejecución permitirá conservar las vacunas contra el coronavirus y otras 13 enfermedades.
Cuba atraviesa por una crisis general que es aliviada con donativos procedentes de países con los que mantiene relaciones, y en el caso de Japón, la ayuda llega también al municipio especial Isla de la Juventud, donde existe la única colonia de nipones de todo el país.
Todos los años una visita diplomática viaja a ese territorio insular del sur cubano para compartir con descendientes de japoneses y son varias las ayudas económicas concedidas para impulsar proyectos de desarrollo local.
Aunque las vacunas desarrolladas por Cuba para combatir el coronavirus no cuentan con una certificación de la Organización Mundial de la Salud, se aplicaron en todo el territorio nacional y se han exportado a otros países aliados, con el fin de demostrar la capacidad del país en el campo de la ciencia.
Se desconoce cuánto gastó Cuba en desarrollar el tratamiento y si la inversión ha sido recuperada, todo por la falta de transparencia con que ha abordado el tema, incluso no son públicos todos los estudios realizados para poner en marcha el plan de vacunación.
Algunos analistas consideran que el país utiliza este tema para hacer política internacional y mostrar al mundo que sigue siendo una potencia médica, asunto cuestionado por la sociedad, que sufre el déficit de medicinas e insumos en farmacias y hospitales.
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