Estados Unidos y otros países comenzaron a exigir pruebas de COVID-19 obligatorias para los viajeros procedentes de China, por el aumento de casos en esa nación y ante el anuncio de Pekín de la reapertura de sus fronteras a partir del 8 de enero.
La administración Biden anunció este miércoles que, a partir del 5 de enero, cualquier persona mayor de dos años procedente de China, Hong Kong o Macao deberá presentar un resultado negativo en una prueba de COVID-19 realizada con un máximo de dos días de antelación a su vuelo, según indicó el comunicado oficial de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El requisito se aplicará a todos los pasajeros, independientemente de su nacionalidad o estado de vacunación, a los que hagan escala en otros países y a las personas que hagan transbordo en aeropuertos estadounidenses hacia otros destinos, ante la preocupante alza de casos en la nación asiática.
Además de los pasajeros procedentes directamente de China, las personas que lleguen del Aeropuerto Internacional de Incheon, en Corea del Sur, del Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto y del Aeropuerto Internacional de Vancouver deberán dar negativo en las pruebas de COVID-19 dos días antes de volar a EE.UU. si han estado en China en los últimos 10 días.
Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los países más rezagados en imponer estas medidas. Italia, el primer país europeo afectado por el virus en 2020, ordenó previamente la realización de hisopados para pruebas de antígenos de COVID-19 y la secuenciación del virus a los llegados de ese país asiático ante la nueva oleada de contagios, según señaló un texto de Forbes.
“La medida es esencial para garantizar la vigilancia y la detección de posibles variantes del virus con el fin de proteger a la población italiana”, declaró el ministro de Salud Orazio Schillaci.
La información aportada por Forbes sostiene que el principal aeropuerto de Milán, Malpensa, ya había empezado a hacer pruebas a los pasajeros llegados desde Pekín y Shanghái el 26 de diciembre.
A partir de las pesquisas, los resultados mostraron que casi uno de cada dos pasajeros estaba infectado. En el primer vuelo con destino a Malpensa en el que se aplicaron pruebas a pasajeros procedentes de China, 35 dieron positivo de un total de 62.
Japón, Malasia y Taiwán se suman a la lista de los países que establecieron medidas estrictas.
El Consejo de Estado chino anunció que a partir del 8 de enero terminará la cuarentena para los viajeros que lleguen a China y se reanudarán las solicitudes de pasaporte para ciudadanos de esa nación, informó Radio Francia Internacional.
Desde el aviso, especificó el sitio, las páginas de viajes reportaron un aumento en el tráfico, que condujo a varios países a recrudecer las medidas de seguridad contra el coronavirus.
Tras la decisión del gobierno de abandonar su política de "cero COVID-19", que mantenía controlado el virus mediante la realización de pruebas masivas, cuarentenas obligatorias y encierros draconianos, los casos en China han ido en ascenso.
La situación podría tornarse alarmante a partir de enero, con las largas festividades del fin de año chino, cuando centenares de millones de personas se trasladen por todo el país.
Los especialistas proyectan hasta un millón de muertes por COVID-19 en China en los próximos meses.
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