La Biblioteca Nacional José Martí en La Habana negó que existieran limitaciones de acceso a sus instalaciones y aseguró que son una institución gratuita, pese a reconocer que cobran una inscripción anual.
De manera sardónica e inexacta, la biblioteca se declaró en sus redes sociales “una institución de acceso libre, público y gratuito (dado el irrisorio monto de la inscripción anual)”.
“La existencia de unos requisitos mínimos para el uso de los servicios bibliotecarios, no representan un impedimento”, agregó.
La institución, dirigida por el funcionario Omar Valiño, se vio obligada a emitir una nota aclaratoria el pasado lunes, luego de que la teatróloga del grupo El Ciervo Encantado Mariela Brito denunciara que la entrada a la biblioteca no era libre.
“Hoy, por X razones, necesité entrar a la biblioteca nacional, estar un rato allí, reconectar con un espacio y un tiempo que me dio mucha vida. Pero no pude. ‘La entrada a la biblioteca no es libre’, me fue informado. Hay que estar inscrito”, había lamentado la destacada dramaturga cubana.
A la denuncia, que había encontrado un gran apoyo en la comunicad artística cubana, tuvo que reaccionar la institución, la cual aseguró que “en la Biblioteca Nacional no se le niega el acceso a nadie, que si bien existe una categoría para inscribirse todo está pensado y organizado para atender a todo el pueblo, además de poder asistir, sin previa inscripción ni reserva, a visitas y a todas las actividades culturales”.
Sin embargo, estas afirmaciones de la institución contrastan con el hecho de que los requisitos de inscripción, a los que Brito tomo foto y compartió en su post, solo se limitan a los cubanos que tengan enseñanza universitaria o de técnico medio, además de que se incluye una tarifa de unos 6 pesos al año para trabajadores y 3 para estudiantes.
“Un absurdo más, que sólo logra irritar al pueblo, no entiendo, ni comprendo que un lugar para enriquecer la cultura sea tan excluyente”, había opinado una usuaria en los comentarios al post de Brito.
Aun así, las autoridades de la Biblioteca Nacional afirman que la falsedad del post de Brito, al que solo hacen referencia de manera alusiva, viene dada por la evidencia de “los miles de usuarios y visitantes presenciales, solicitantes de referencias y documentos digitales mediante las vías electrónicas (…) que hicieron uso de nuestra institución en 2022”.
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