El robo y sacrificio ilegal de ganado mayor registró un notable aumento el pasado año en la oriental provincia de Las Tunas, en el contexto de la aguda crisis económica que enfrenta el país.
Un reporte del local Periódico 26 señala que se registraron 5,305 hurtos y sacrificios de ganado, 2,207 casos más que en 2021.
La problemática se manifiesta en todo el territorio, con mayor incidencia en los municipios de Las Tunas, Jobabo y Majibacoa, subraya la información.
Asegura que el robo afecta varios indicadores como la producción de leche y carne vacuna destinada a niños y embarazadas.
El sector privado tiene más del 80% de la masa vacuna de la provincia y es el más afectado por estos hechos.
Por último, el periódico detalló que en el recién concluido 2022 la masa ganadera de la provincia decreció en 4,400 cabezas: en diciembre las autoridades reconocieron este hecho y dijeron que en el año murieron en total 11,595 cabezas de ganado frente a una natalidad de apenas el 41% del plan.
Ese total suma las vacas sacrificadas ilegalmente, y otras 7,055 que perdieron la vida por falta de alimentos y agua, la desnutrición y trastornos gastroentéricos. En las crías la cifra de decesos alcanzó las 2,495 cabezas.
Actualmente en la provincia hay 244,000 cabezas de bovino, una masa muy inferior a la de décadas anteriores.
En el resto de las provincias cubanas con ganadería se reportaron cifras también elevadas de pérdidas de animales por robo, sacrificio ilegal y hambre. En Matanzas y Ciego de Ávila llegó a promediarse en algún periodo del pasado año el robo de 25 reses por día.
En todos los casos se afirma que la falta de control de los animales, la ausencia de registro de nacimientos, así como la escasez de alimentos generalizada en el país son escenarios propicios para delitos de esta índole.
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