El expresidente brasileño Jair Bolsonaro estaría buscando quedarse más tiempo en Estados Unidos, según confirmó su abogado al reconocer que su cliente pidió un “cambio de visado” a las autoridades migratorias de ese país.
Así lo dio a conocer este miércoles a la agencia EFE el abogado brasileño-estadounidense Felipe Alexandre, de la firma AG Immigration Group, sin especificar qué tipo de visado nuevo estaría pidiendo el expresidente.
Mientras algunos medios refieren que Bolsonaro estaría solicitando un nuevo visado de turista por seis meses, el Departamento de Estado no pudo confirmar a EFE la solicitud de Bolsonaro ya que “los registros de visado son confidenciales por ley”.
Bolsonaro, que llegó a Estados Unidos desde dos días antes de que Lula da Silva asumiera su tercer mandato como presidente de Brasil, se mantiene en ese país por consejo de sus abogados, que temen que la justicia brasileña lo investigue por su implicación en las revueltas de sus partidarios, que terminaron con el asalto a sedes gubernamentales en Brasilia.
Aunque nadie de su entorno lo ha confirmado, se cree que el expresidente habría llegado a Estados Unidos con la visa A-1 para jefes de estado, que permite un mes de estancia en el país, un periodo que, de ser así, ya se habría cumplido este lunes.
Su presencia en este país está siendo controvertida. A mediados de enero, legisladores demócratas pidieron su expulsión de territorio estadounidense, después de que sus partidarios asaltaran las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo de Brasil.
En una carta dirigida al presidente Joe Biden, un grupo de 46 legisladores demócratas pidió que se le revocara la visa con el argumento de que no se le puede dar refugio a líderes “autoritarios” que “inspiran hechos de violencia contra las instituciones democráticas”.
“Estimados, vengo a informarles que mi esposo Jair Bolsonaro se encuentra en observación en el hospital, debido a molestias abdominales producto de las secuelas del apuñalamiento que recibió en 2018 de un ex miembro del PSOL. Estamos orando por su salud y por Brasil”, tuiteaba su esposa, Michelle Bolsonaro, afirmando que el exmandatario estaba ingresado en una clínica de Orlando, Florida, debido a fuertes dolores abdominales.
El AdventHealth Celebration Hospital nunca confirmó que estuviera ingresado allí, ni tampoco informó de que hubiera recibido el alta, precisó EFE.
A petición de la Fiscalía, el pasado 14 de enero, la Corte Suprema de Brasil incluyó al expresidente brasileño en la lista de investigados por la intentona golpista.
El capitán retirado del Ejército repudió “las acusaciones sin pruebas” vertidas por el actual jefe de Estado, Lula da Silva, quien afirmó que su predecesor “estimuló” los actos golpistas de sus partidarios más radicales.
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