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Un inmigrante cubano que fue expulsado de Estados Unidos a México, fue asesinado en Tijuana mientras esperaba su proceso para poder pedir asilo político.
Pedro Armando Uría Valdés, de 30 años, fue expulsado por las autoridades migratorias estadounidenses en enero, tras lo cual decidió quedarse en México a esperar su turno para entrar a Estados Unidos.
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Según relató su primo José Miguel Rojas, fue a pedir trabajo a un taller de chapistería y justo el día en que comenzó a trabajar, unos delincuentes asaltaron el lugar, se robaron dos vehículos y lo mataron.
"Estaba desesperado esperando ya, y tanta la espera que se decidió a conseguir trabajo, y lamentablemente el primer día que sale a trabajar fallece", declaró a Telemundo 51.
José Miguel, quien reside en Miami, estuvo tratando de localizarlo durante ese día sin éxito.
"Sobre las 11 de la noche acá, me llaman, que donde él estaba trabajando asaltaron el lugar y se llevaron dos camionetas, y a él lo amarraron y lo mataron. Llamé a la morgue, al médico forense de Tijuana y me dieron la confirmación", detalló.
Pedro Armando salió de Cuba el 21 de diciembre rumbo a Nicaragua, pero al llegar a la frontera de Yuma, en Arizona, estaba en vigor la nueva política migratoria de Joe Biden. Estuvo dos días detenido y lo viraron para México.
En Cuba trabajaba como carpintero y tenía su propio taller, pero no lograba salir adelante por la presión del régimen a los autónomos, por lo que optó por irse del país definitivamente.
"Los sueños de él eran llegar acá, trabajar, luchar, salir adelante, como todo cubano que viene acá con ganas de luchar", dijo José Miguel Rojas.
El joven asesinado deja en Cuba un hijo pequeño, su esposa y su padre. Los familiares están pidiendo ayuda para trasladar su cuerpo a la Isla.
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