El expresidente Jair Bolsonaro anunció que regresará a Brasil en las próximas semanas durante un reciente encuentro con sus seguidores en Florida, según prensa local.
Ante numerosos de sus seguidores que se reunieron este sábado en la iglesia de Todas las Naciones en Boca Ratón, Florida, Bolsonaro aseguró que planea regresar a su país en las próximas semanas, aunque sus partidarios temen de que podría ser arrestada a su llegada, apuntó este sábado el medio local The Palm Beach Post .
“Merece la pena correr el riesgo, pueden estar seguros", dijo, además, el exmandatario, quien aseguró que “la mayoría del pueblo brasileño está con nosotros".
Tras expresiones de vítores y protestas de la multitud por su anuncio, comentó, que él sabía que muchos quieren volver a Brasil y que él también quería hacerlo.
Asimismo, recordó que a sus 67 años todo el mundo tiene una misión en la vida, y que la suya aún no ha terminado.
No obstante, a principios de este mes trascendió que Bolsonaro estaba buscando quedarse más tiempo en Estados Unidos, según confirmó su abogado al reconocer que su cliente pidió un “cambio de visado” a las autoridades migratorias de ese país.
El abogado brasileño-estadounidense Felipe Alexandre, de la firma AG Immigration Group, lo aseguró a la agencia EFE, sin especificar qué tipo de visado nuevo estaría pidiendo el expresidente.
Bolsonaro llegó a Estados Unidos dos días antes de que Lula da Silva asumiera su tercer mandato como presidente de Brasil, pero sus abogados le aconsejaron que se mantuviera allí, ante el temor de ser investigado por la justicia brasileña por su implicación en las revueltas de sus partidarios, que terminaron con el asalto a sedes gubernamentales en Brasilia el 8 de enero último.
Aunque no está confirmado, se cree que el expresidente habría llegado a Estados Unidos con la visa A-1 para jefes de Estado, la cual permite un mes de estancia en el país, un periodo que, de ser así, ya se cumplió.
A mediados de enero, legisladores demócratas pidieron su expulsión de territorio estadounidense, después de que sus partidarios asaltaran las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo de Brasil.
En una carta dirigida al presidente Joe Biden, un grupo de 46 legisladores demócratas pidió que se le revocara la visa con el argumento de que no se le puede dar refugio a líderes “autoritarios” que “inspiran hechos de violencia contra las instituciones democráticas”.
A petición de la Fiscalía, el pasado 14 de enero, la Corte Suprema de Brasil incluyó al expresidente brasileño en la lista de investigados por la intentona golpista.
Además, un partido aliado del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidió al siguiente día de la toma de poder del líder del PT, el arresto de Bolsonaro por incentivar a sus seguidores a actos violentos por su derrota ante las urnas.
El recurso para la detención de Bolsonaro fue presentado ante el Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), según EFE.
En la petición se acusa al expresidente de Brasil de promover entre sus seguidores bloqueos de carreteras y ataques a edificios públicos y vehículos, en respuesta al triunfo de Lula en la segunda vuelta electoral, en la que perdió por poco margen su oportunidad de seguir al frente del Gigante del Sur.
Este recurso trasciendió apenas 24 horas después que el líder del Partido de los Trabajadores fuera investido por tercera vez al frente de Ejecutivo brasileño por parte de representantes de la sociedad civil, ya que Bolsonaro prefirió viajar hacia Estados Unidos para no cumplir con la tradición de entregar la banda presidencial a quien lo relevara de su cargo.
Versiones de prensa, citadas por EFE, refieren que el exmandatario abandonó Brasil por su temor a que cualquier juez de primera instancia ordenara su arresto por alguno de los diferentes procesos que hay abierto en su contra, ya sin el fuero como mandatario.
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