El activista político cubano Adrián Rubio Santos arremetió contra aquellos compatriotas que están en Italia y que han pedido político sin merecerlo, porque jamás han hecho nada por combatir la dictadura castrista.
Adrián, conocido por ser el más joven de los acuartelados de San Isidro, realizó una directa en Tik Tok en la que denunció que hay muchos cubanos que están llegando a Italia a pedir asilo, cuando realmente jamás han sido perseguidos en su país.
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"Nunca han querido tener nada que ver con política, nunca les ha importado la libertad de Cuba, nunca han sido reprimidos, golpeados, secuestrados, amenazados, vigilados... Nunca han corrido peligro de muerte ni de prisión, y hoy están aquí en Italia pidiendo un asilo a costa de nuestros hermanos que hoy tenemos en prisión", subrayó.
El joven, que en Cuba sufrió la represión del régimen con detenciones, arrestos domiciliarios, agresiones físicas y actos de repudio, relató que tras salir del país, muchos coterráneos se reían de él cuando hacía directas para denunciar la dictadura, y cuando hablaba con personas de otras nacionalidades para actualizarlos de la situación en la Isla.
Lo que le indigna es que hoy, esas mismas personas "están pidiendo asilo, no participan en manifestaciones ni en nada, y dicen que el día de mañana quieren volver a Cuba".
"Estamos en contra de que se les dé un asilo político, porque es una burla hacia quienes verdaderamente somos perseguidos políticos, salimos de Cuba huyendo del régimen, y es una burla hacia estos que hoy están dentro de Cuba, siendo perseguidos, amenazados, torturados, corren peligro de muerte", recalcó.
El activista recordó que actualmente hay más de 1,300 presos en Cuba solamente por salir a las calles y pedir libertad para el pueblo.
"No asilo político a falsos perseguidos políticos. No asilo político a falsos cubanos. Medidas severas cuando de asilo político cubano se trate", concluyó.
Rubio Santos decidió abandonar Cuba en 2021 debido al acoso del gobierno castrista, y emigró a Rusia, donde permaneció ocho meses.
De ahí se trasladó a Bielorrusia, pero su situación era tan insostenible que tuvo que pedir ayuda a la comunidad cubana en el exilio para irse a otro lugar, porque corría el riesgo de ser deportado a Cuba.
"Quisiera que las organizaciones y medios de comunicación visibilicen mi caso. Soy una persona perseguida en Cuba. No tengo en mi mente el nombre de un país determinado, solo quiero llegar a un lugar seguro", explicó en una entrevista a CiberCuba.
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