Eduardo Miguel Rivera-Paz, un cubano de 37 años que trabajaba como supervisor en las instalaciones de DHL en el Aeropuerto de Miami, compareció este lunes en corte acusado de robar 1.2 millones de dólares en teléfonos celulares que sustituyó por sacos de arena en un envío a Colombia.
El incidente ocurrió el pasado 20 de marzo. Al día siguiente la carga llegó a Bogotá y pasó los controles de Aduana.
Sin embargo, al abrir el contenedor, descubrieron que los dispositivos habían sido sustituidos por sacos de arena por un peso similar al que debía tener la carga sustraída.
Al revisar videos de vigilancia de la instalación de DHL Express adjunta al Aeropuerto Internacional de Miami, los detectives vieron a Rivera-Paz, quien fungía como supervisor, caminando junto a otro hombre hacia un área expedidora de carga.
El reporte policial indica que la carga fue regresada al interior de la instalación con un montacargas y su contenido trasladado a un vehículo con tráiler.
Rivera-Paz, quien estaba empleado por la empresa de manejo de carga terrestre Worldwide Flight Services, con sede en el Aeropuerto de Miami, fue arrestado el domingo 26 de marzo y conducido al Centro Correccional Turner Guilford Knight (TGK).
Sobre él pesan tres cargos de robo en mayor cuantía.
En corte, la jueza le fijó una fianza de 300 mil dólares, que pareció excesiva a la defensa.
De pagar el elevado monto, el acusado -quien reside en un tráiler en la ciudad de Miramar- tendrá que demostrar que el dinero que use para pagar la fianza es bien habido.
No es el primer caso de este tipo en el último año. En abril de 2022 otro cubano fue arrestado como autor intelectual del robo, también en el Aeropuerto de Miami, de 500 teléfonos Iphone valorados en medio millón de dólares.
En ese caso el hombre, identificado como John Vega, trabajaba para la empresa de servicios aeroportuarios nacionales que era dueña de la carga y le dio a su cómplice información de dónde se guardaban cientos de teléfonos, además de los cambios de turno y todo lo que debía conocer para ejecutar el robo.
La banda entró por una ventana al sitio donde estaban los teléfonos celulares, que fueron sustraídos del área de almacenes del Aeropuerto. John Vega se quedó para él con 40 teléfonos celulares valorados en 40 mil dólares.
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