El anciano cubano que se desmayó en la calle supuestamente por hambre en Holguín falleció tras llegar al hospital, confirman activista y medio independiente.
“¿Recuerdan el video grabado en Holguín, donde un anciano hace unos días se desplomó en plena calle presuntamente por hambre? Pues resulta que producto a la caída, el señor, que era combatiente además, sufrió una contusión cerebral y falleció en estos días lamentablemente”, apuntó en Twitter el realizador audiovisual y activista Manuel Alejandro Rodríguez Yong.
También la plataforma independiente CubaNet confirmó la muerte del anciano de más de 80 años con vecinos y allegados, quienes aseguraron que falleció el mismo día en que se cayó en la calle Aguilera de la ciudad de Holguín.
Las citadas fuentes dijeron que el anciano murió por un traumatismo craneal ocasionado por la violenta caída. “Murió en el hospital el mismo día de la caída. Demoraron en prestarle ayuda médica. Todo el mundo se fue y lo dejaron recostado a la pared. Así estuvo varias horas hasta que se desplomó en la acera. Lo recogieron, lo llevaron para el hospital y allí falleció”, declaró uno de sus vecinos en la cuartería donde residía, identificado como Mario.
Asimismo, dijo que el anciano “se llamaba Elías, tenía más de 80 años y le decían ‘El Chino’. El Gobierno le había dado el cuarto por ser un combatiente de finales de los años 50 del siglo pasado”.
Otra vecina que prefirió el anonimato contó que El Chino era originario de Baracoa, Guantánamo, y que vivió en Gibara y después en la ciudad de Holguín. “No hacía un año que vivía en la cuartería”, dijo, además sobre Elías, que era su verdadero nombre y se dedicaba a recolectar latas vacías de cerveza o refresco en las calles para venderlas como materia prima.
“Vivía solo, botado como un perro. Era combatiente y por la chequera ganaba más de 3.000 pesos. Eso no le alcanzaba para vivir. Todo está muy caro. Una libra de arroz cuesta 200 pesos, un litro de aceite de cocina 1.200, un litro de leche 70, una pizza 80. Él pasaba hambre. No era alcohólico. Vivió una vida de perro”, declaró al citado portal de noticias otro vecino que prefirió no ser identificado.
Un vendedor de periódico dijo, además, que el anciano “no se podía sostener. Estaba desfallecido por el hambre. Salía a pedir limosnas y a recoger materia prima para venderla. Pero no era suficiente para alimentarse. Caminaba lento y para sostenerse se apoyaba en la pared”.
La caída en plena calle del anciano, supuestamente por hambre, ocurrió el 3 de mayo último y el lamentable suceso fue presenciado por varias personas que esperaban en una parada de autobús en la acera opuesta y la ayuda de transeúntes que pasaban por el lugar.
La escena alarmó a una mujer que gritó pidiendo ayuda para el anciano, indicando que era un ser humano y que pasaba hambre y necesidad.
Los transeúntes presentes en el lugar prestaron ayuda en lo que esperaron una atención médica inmediata, que nunca llegó.
El anciano, sin camisa, con un pantalón sucio y sin zapatos, permaneció en el suelo, y sufrió un hematoma en la cabeza, tras el impacto con el asfalto.
En 2021 otro anciano cubano se desmayó mientras hacía una cola para comprar alimentos en La Habana, y ante la falta de ambulancia, lo trasladaron en un bicitaxi.
Un año después, otro hombre mayor de edad falleció mientras hacía una cola en las oficinas del carnet de identidad, de Guanabacoa, pero su cadáver estuvo en el lugar durante horas, a la espera de un carro funerario que lo recogiera.
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