Pedro Miyares Vega, un cubano que se autocalifica de “cederista ejemplar”, celebró este martes el aniversario 62 de la fundación del Ministerio del Interior (MININT) tatuándose en su pecho el rostro de Miguel Díaz-Canel y el logotipo del Partido Comunista de Cuba (PCC), algo que de inmediato desató decenas de burlas en redes sociales.
Acompañado de un singular texto publicado en Facebook, que relata su historia de vida y el porqué de su amor por el gobernante, “Cheque Miyares” -como al parecer también es conocido- mostró orgulloso que la cara de un Díaz-Canel de dudoso parecido físico quedó acomodado muy cerca de su tetilla izquierda.
Miyares Vega, quien dice ser creador del grupo de Facebook -ya eliminado- "Yo sigo a mi presidente Díaz-Canel", explicó de forma enrevesada y no muy coherente que es hijo de "padres revolucionarios" que lo enseñaron a ser "humilde y respetuoso".
Cuenta que a los 24 años se enfermó de los nervios y que gracias a Fidel Castro le pusieron durante un año una inyección semanal cuyo coste era de 90 dólares.
"Poco a poco encaminé mi vida pero termine en malos pasos", añadió Miyares; que de ahí saltó de forma brusca a describir su entrada en internet, que remonta al 4 de junio de 2017, época en la que dice que las redes sociales "eran más peligrosas", a pesar de lo cual presume de haberlas dominado en apenas cinco meses.
Una vez que Díaz-Canel asumió la presidencia, relata que él empezó a trabajar en el plano ideológico en el ámbito de las redes sociales "sin recibir órdenes".
“Entendí que yo tenía un gran poder de necesidad [sic] de estar en esta batalla de idea y resulta que toda mi amarga experiencia vivida me daba la oportunidad de descifrar al enemigo oculto y su trabajo de manipulación en todo este tiempo. Apoyando a nuestro presidente adquirí un gran conocimiento de inteligencia y contrainteligencia. Con tan solo un noveno grado, hoy he logrado en este campo ser mucho más”, aseveró.
En el apartado final de su insólito discurso, Miyares Vega se deshizo en elogios hacia el gobernante, a quien describió como "digno, altruista" y encargado de "derribar toda la mafia y corrupción que tanto daño le hacían a la patria al pueblo y a la Revolución".
"Es por eso que hoy yo tengo el sentir patrio de llevar en mi pecho, siendo un humilde cederista la representación de un líder firme en la defensa de la Revolución", añadió.
"Yo soy para el Enemigo una espinita clavada en su Corazón y descansaremos no solo hasta erradicar el bloqueo sino que también al Imperialismo yanqui", acotó Miyares antes de describirse como un "cederista agradecido de esta justa y hermosa revolución" que morirá defendiendo a la revolución.
"El Futuro Es El Socialismo", concluyó.
Tal desajuste de ideas en perfecta combinación con la imagen de los tatuajes dio lugar a decenas de comentarios muy graciosos, muchos de ellos poniendo en duda la calidad de la inyecciones que recibió Pedro Miyares en su juventud o recomendándole que retome el tratamiento.
"Mi cara cuando trato de entender el reordenamiento del reordenamiento del reordenamiento monetario", opinó jocoso un comentarista ante la expresión de desconcierto del Díaz-Canel tatuado.
"Ahora cuando le llegue el parole tiene que buscar al tatuador y transformar la cara Canel en cotorra"; "Hay que ser un traste para tatuarse semejante tarecón en el pecho"; "Esto es por quitarle la leche a los niños a tan temprana edad"; "No se cuál está más loco si tú o el tatuador que te hizo esa salvajada"; "Consejo sano: Ponle una demanda a quien te tatuó. Ese no es el 'falto de vivienda'. ¡Te estafaron!"; "Yo quisiera saber quién es el tatuador que se cogió para eso", fueron otros comentarios.
"Bonito discurso, con algunas incoherencias pero bonito... Díaz-Canel te ama... Ahora una pregunta seria...¿La cara de quién es? ¿Paquita la del barrio?", ironizó una comentarista.
"Este sí se tomó bien en serio lo del dictador de mi corazón", sentenció jocoso otro internauta en alusión a la célebre frase de Lis Cuesta, la enamorada esposa de Díaz-Canel.
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