El expresidente Donald Trump no perdió tiempo este martes para arremeter contra sus rivales políticos y prometió que si retorna a la Casa Blanca nombrará un fiscal especial para investigar a Joe Biden y su familia Biden por corrupción.
“Nombraré a un fiscal especial de verdad para perseguir al presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos, Joe Biden, y a toda la familia criminal de Biden”, dijo Trump durante una recaudación de campaña en su club de golf en Bedminster en Nueva Jersey.
Sus desafiantes declaraciones se produjeron apenas horas después de ser encausado de 37 cargos federales en un tribunal de Miami por el manejo de documentos clasificados.
El juez Jonathan Goodman, que presidió este martes la audiencia de presentación de cargos, no consideró imponerle una cláusula de silencio sobre el caso a Trump, por lo que es previsible que sus actos de campaña electoral sean a la vez escenarios para desacreditar la acusación fiscal y el proceso emprendido en su contra.
Decenas de sus admiradores presentes en la velada nocturna respondieron con gritos de “¡Arréstenlo!” en referencia a Biden.
Trump aseguró que su campaña por la Casa Blanca está fortalecida y “se hará justicia” cuando logre la victoria en las elecciones de 2024.
Los dardos de Trump también se enfocaron en el Departamento de Justicia y el fiscal especial Jack Smith, y repitió que es víctima de una “persecución política” al estilo de un país fascista o comunista.
El discurso en Bedmister fue breve pero contundente y adelantó las pautas de lo que será su estrategia de defensa en el caso.
Dijo que no hizo nada incorrecto al guardar cajas con documentos clasificados en Mar-a-Lago y que las fotos incluidas en la acusación fueron “escenas plantadas”.
Agregó que en algunas de las cajas fotografiadas en un baño y salón de baile en su mansión de Florida “había recuerdos y memorabilia, no documentos”.
En la velada de recaudación, en vísperas de su cumpleaños 77, se encontraban familiares, figuras políticas, hombres de negocio, antiguos colaboradores, donantes y admiradores.
Entre los asistentes estaban su hijo Eric Trump, el senador Tommy Tuberville, republicano por Alabama; el presidente de MyPillow, Mike Lindell, fiel partidario de Trump; Bernie Kerik, el excomisionado de la policía de Nueva York que recibió un perdón presidencial de Trump; Kash Patel, ex funcionario gubernamental; y Robert Jeffress, de la megaiglesia First Baptist Dallas.
Trump viajó a Nueva Jersey en horas de la tarde, tras comparecer ante el tribunal federal de Miami y hacer una parada en el icónico Restautante Versailles, en la Calle Ocho, para saludar a sus seguidores.
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