El béisbol cubano se ha caracterizado a lo largo de su historia por tener buenos receptores: elegancia, excelentes brazos, saber pedir, guiar el juego. Uno de ellos es el capitalino Frank Camilo Morejón, obligado a retirarse con apenas 35 años, tras competir en 17 Series Nacionales.
En estos momentos, Frank Camilo se halla entrenando jóvenes peloteros en Italia.
Llegué a Parma el 6 de abril. Yo fui jugador del elenco Parmaclima y ahora soy su entrenador de receptores mientras realizo la misma función en el Oltretorrente, donde además me desempeño como coach de primera.
Mira, aquí yo trabajo en todas las áreas porque también entreno el área ofensiva pero mi especialidad es la receptoría en todas las categorías del club, sub 18 y sub 15 mientras nos alistamos para formar talentos infantiles, sub 12.
Asimismo, entreno a las novenas que juegan en la serie A de la pelota italiana, Oltretorrente y Parma. Me llevo bien con todos aquí, ya me conocen y pongo todo mi empeño en lograr mejores catchers italianos.
¿Qué opinión te merece la situación actual del deporte cubano?
En sentido general no está bien. Yo creo que tenemos atletas talentosos y capaces en la mayoría de los deportes pero contra un mejor desempeño se halla la falta de implementos, de recursos, de atención. No se cuenta con la tecnología necesaria, tan habitual ya en el deporte universal. A esto súmale el éxodo de los deportistas.
Cuando fuiste expulsado de los Industriales, equipo al que le dedicaste tu vida ¿cómo asumiste esa decisión, cómo te sientes de salud en la actualidad?
Julita, yo en la actualidad me siento fuerte, joven. Yo creo que podía haber jugado dos o tres años más. Privarme de eso nunca lo voy a entender. Yo estaba médicamente apto; no fue mi decisión. A mí me botó el actual cuerpo de dirección de Industriales, con Guillermo Carmona al frente y de acuerdo, claro está con la comisión provincial de La Habana.
Sin embargo, no he salido del terreno de juego; de una forma u otra sigo ahí. Tengo una fuerza de voluntad que me permite luchar y enfrentar la vida. Soy un apasionado del béisbol y me encanta transmitir mis conocimientos.
Sabes que a mí me gusta ser justa ¿no crees que tus lesiones, sobre todo la última en la cabeza, fueron las principales causas de que te dejaran fuera del equipo?
A ver, lesionado yo estuve varias veces: me operé de la cadera en el año 2008, después me fracturé una mano, más tarde me lastimé una rodilla. Nada de eso impidió que regresara al terreno. Siempre a jugar con pasión y entrega. Con dolor y sin dolor, yo batallaba hasta el último out.
Pero además tú sufriste padecimientos considerados graves.
Sí, la trombosis en mi brazo que me alejó cinco meses del juego. Siempre mantuve mi positivismo y poco a poco regresé. En ese caso me apoyaron. Jugué tres años a partir de esa trombosis. ¿Quién me dijo que no podía jugar?
Luego vendría la fractura de cráneo, producto de un swing del bateador en un desafío escenificado en el Latino, que me provocó una hemorragia y estuve grave, con peligro para la vida… ¡y tras la cual también regresé y jugué dos años! ¿Quién me dijo que no regresara?
Y es que los especialistas que me trataron nunca me dijeron que yo no podía regresar al campo de juego. Eso no estuvo escrito nunca en mi historial médico. Yo estaba apto para seguir jugando pelota en el alto rendimiento. Ni en el “Calixto García”, ni el CIMEX, ni en ninguna otra institución médica me prohibieron regresar.
¿Qué pasó en realidad? Que no era yo solo al que querían botar; éramos en total unos 16, pero los otros protestaron, fueron aquí y allá y no pudieron prescindir de ellos ¡ah! pero a mí que ni la boca abrí me pasaron cuenta por mis lesiones.
Mandaron a hacer un chequeo médico y se agarraron de mis 35 años, a una posición tan desgastante como la receptoría, a que llevaba una década en la selección nacional, miles de horas acumuladas de entrenamiento y tras una resonancia magnética en el hospital “Frank País”, el Dr. Frank que atiende a los azules, se dejó utilizar e informó que tengo desgaste en la cabeza del fémur de la pierna izquierda, algo lógico pues yo fui operado de ese pierna en 2008.
Yo jugaba con dolor como todos los catchers. Es una posición muy sacrificada, de rodillas siempre. Se agarraron de algo no válido. Yo jugué diez años con molestias y en los últimos seis, bateé por encima de 300 y nunca decayó mi juego vistiendo los arreos. De los 10 años en el CUBA, los cinco últimos fui el cátcher regular. ¡Fue totalmente injusto!
Sencillamente, Carmona y la comisión provincial querían hacer una renovación y ya. Se agarraron del tema salud ¿por qué? En Cuba hay peloteros que sobrepasan los 40 años y siguen dándola. ¿Por qué hacerme eso a mí?
Te digo algo más. Después de mis protestas, se reconoció que el tema salud era la justificación, que lo que había determinado la decisión fue mi carácter ¡mi carácter! Cierto, cuando no estoy de acuerdo con algo, lo digo ¿y qué? ¡Ah! pero eso no se puede hacer.
Reconocen mi laboriosidad, mi inteligencia, mi voluntariedad, pero… ¡es protestón! Mira tú qué justificación para botar a un hombre con 17 Series Nacionales al hombro. ¿Qué es mejor una persona que te habla de frente u otra que te ríe la gracia y después habla de ti en los pasillos?
Observo por nuestra videoconferencia que a Frank Camilo se le tiñen los cachetes al igual que le pasaba de niño cuando yo lo conocí, por lo que decido cambiar la charla.
Después de ese pésimo momento, Frank Camilo trabajó con estudiantes de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte como profesor instructor de juegos con pelota, específicamente en el béisbol. Además, el 16 de enero de este 2023, alcanzó con honores el Máster en Ciencias del entrenamiento deportivo para la alta competición.
Otro aspecto interesante a tener en cuenta es que en las últimas ediciones de equipos CUBA sub 23 y de mayores, Morejón ha tomado parte como entrenador del área de los receptores.
Así es y también entrené a futuros talentos en mi difícil posición, que querían que yo los ayudara. Y así nos uníamos y poníamos en práctica mi experiencia. El caso era no quedarme con los brazos cruzados porque ya te he dicho que vivo por el béisbol.
Según estadísticas tomadas de internet, el máscara capitalino en sus 17 Series Nacionales promedió 253 de average, conectó 650 hits e impulsó 307 carreras. Su línea ofensiva es de .314/.337/.651 (OBP/SLU/OPS).
¿Cómo llegas a la pelota?
Soy natural del Cerro; mi primer terreno fue el popularmente conocido por el de “la cocacola”, con los profesores Armando Mayorquín y García, formadores de talentos a los cuales siempre les estaré agradecido. Tenía 11 años. Empecé jugando en los jardines, después pasé al campo corto. Yo pertenezco a la pirámide del alto rendimiento.
Un día, integrando una preselección a los Escolares, faltaba un receptor, me pusieron y quién te dice que al otro día me comunican que integré el equipo como cátcher, no como torpedero y lanzador que eran las posiciones que entrené. Entré a la EIDE como receptor y jamás jugué otra cosa.
Me destaqué e integré las selecciones nacionales en las edades de cadetes y juveniles. Mi más grato recuerdo fue en el Mundial Juvenil de Taipei de China en 2004, donde compartí con grandes peloteros como Alfredo Despaigne, José Dariel Abreu, Yadiel Pedroso, Miguel Alfredo González, Elier Sánchez.
En ese evento yo fui el cátcher del TODOS ESTRELLAS. Era el tiempo en el que ganábamos todas las categorías, donde nos presentáramos. Ese Mundial de Taipei ha sido el último ganado por Cuba, elenco dirigido por Carlos Martí.
¿Cuándo debutas en las Series Nacionales?
En el año 2004 con Metropolitanos, no por gusto conocido por los “guerreros”. Es una verdadera lástima que lo hayan desaparecido. Yo soy de los que opinan que a partir de eliminar los Metros mataron el béisbol en Cuba.
Tú has sido dirigido por varios mánagers, tanto nacional como internacionalmente. ¿Con cuál te has sentido mejor?
Chica, yo con todos me he sentido bien, con diferencias pero bien. No hay por qué ser amigos si sabes asumir el rol que te toca jugar en cada caso. Al principio, de joven, yo era indisciplinado, un poco descontrolado pero supieron guiarme.
El único director que mintió en relación a mí y me botó fue Guillermo Carmona, como ya te he dicho. Te aclaro que nunca me sentí mal con él pero su decisión de dejarme afuera del equipo sigo sin entenderla, pero le respeto su opinión.
Ha habido receptores en Cuba que han sido verdaderos maestros en su posición. ¿Con cuál te quedas?
Hay muchos que no vi jugar, otros sí. De estos últimos me quedo con Ariel Pestano. Siempre fue mi ídolo. Respetando a todos, Pestano para mí ha sido el más talentoso, de mejores resultados que ha pasado por esa posición.
Sabemos que formas una bella pareja con la subcampeona olímpica, la judoca Yalennis Castillo.
Mi familia está muy bien. Tengo mis dos preciosas hijas, Kmila y Kayla, graciosas, inteligentes, intranquilas, maravillosas ¿y qué decir de su mamá? Tú la conoces muy bien; llevamos doce años juntos. Somos una pareja normal, una pareja que se ama. Por mi familia estoy dispuesto a trabajar sin descanso; es lo que estoy haciendo.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: