Autoridades locales y organizaciones ambientalista de Florida rescataron esta última semana un manatí con heridas profundas en la cabeza, según información oficial en redes.
“El lunes nuestro personal @BrevardZoo, @savethemanatee y el condado de Volusia rescataron a un manatí adulto, aletargado con heridas profundas de embarcación en la cabeza cerca de Oak Hill. El manatí fue rescatado con éxito y llevado a @SeaWorld para su rehabilitación”, informó este fin de semana en Twitter la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida.
Recién, también fue noticia que tres manatíes ofrecieron un bello espectáculo a los bañistas de una playa en Miami Beach cuando, a pesar de la presencia humana, nadaban muy cerca de la orilla.
”Sólo de paso”, fue la descripción del video publicado por el perfil de Instagram Only in Dade, que acostumbra a publicar hechos curiosos o fuera de lo común que ocurren en Miami.
Los tres mamíferos atravesaron con calma las transparentes aguas, y fueron captados por las cámaras de quienes disfrutaban el jueves último de un baño en Haulover Beach, según la ubicación que indicaron algunos usuarios en el post.
Los manatíes son una especie amenazada. Su principal depredador es el ser humano, pero también corren otros peligros, a causa o no de la intervención de las personas.
En 2018, casi se registra récord de fallecimiento de manatíes en las aguas de Florida, al morir 804 ejemplares de este mamífero, de acuerdo con datos de Florida Fish and Wildlife Conservation Commission (FWC).
Un año después, más de 130 perdieron la vida debido a choques con embarcaciones en las vías fluviales del estado.
Asimismo, en 2021, un informe de la FWC señaló a la falta de pasto marino como la principal causa de muerte del manatí de Florida, considerado ícono desde 1975.
Otra amenaza, no solo para esta especie, es la llamada “marea roja”. En septiembre de 2018, al menos medio centenar de manatíes y similar cantidad de delfines nariz de botella fallecieron por la contaminación de las aguas marinas con la microalga tóxica Karenia brevis.
A principio de este años el gobernador del Estado, Ron DeSantis, anunció un plan de 3,500 millones para restaurar el ecosistema de los Everglades, una rica zona de humedales en el sur de Florida. Además, proyectos de restauración marina buscan reforestar las algas que alimentan a los manatíes.
El proyecto Save Crystal River Project en enero último, según el diario El País, había sembrado casi 32 hectáreas de flora oceánica para intentar revertir el impacto sobre los manatíes antes de que sea tarde.
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