En medio del agobiante calor de este verano, un cubano instaló en plena calle su propia piscina climatizada y dejó a todos a su alrededor con ganas de probarla.
"Esto está climatizado. ¡Mira! Toca el agua esta para que tu veas. ¡Esto es climatizado loco! Es que el muerto de hambre no puede ir a una playa, no puede ir a una piscina. ¿Y qué le queda al muerto de hambre?", se preguntó el creador de este singular y refrescante invento.
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El video lo compartió en Instagram el influencer Alain Paparazzi. La piscina es en realidad una bañera llena de agua que un hombre colocó en una acera, en plena calle y bajo el sol. La "climatizó" metiéndole dos galones de hielo que mantienen la temperatura fresca.
Mientras se da su baño en la piscina improvisada, el cubano aprovecha para conversar con quienes pasan por su calle y vender cosas que tiene en exposición en medio del espacio público.
Una persona se detuvo a hablar con el bañista y le preguntó por el precio de un jabón que tenía en venta. Él, desde su fresca piscina personal le respondió: "¡A 100 pesos!".
Así está la vida en Cuba. La gente disfruta de lo privado en medio del espacio público, porque como bien dice el cubano de esta historia, a quienes no tienen recursos: ¿Qué les queda?
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