Un jurado del condado de Broward decidió otorgarle 800,000 dólares a la familia de una niña que sufrió quemaduras por un nugget caliente en un McDonald's.
Philana Holmes y Humberto Caraballo Estévez, padres de Olivia Caraballo, demandaron a McDonald's Corporation y a la franquicia Upchurch Foods, alegando que la niña sufrió quemaduras de segundo grado por los nuggets "irrazonable y peligrosamente" calientes de su "Happy Meal", según informó NBC Miami.
Según la demanda, uno de los nuggets se quedó atascado en el asiento del auto y quemó la pierna de la niña.
"En realidad estoy feliz de que escucharan la voz de Olivia, el jurado fue capaz de decidir un juicio justo, estoy feliz con eso", dijo Holmes este miércoles.
La familia había estado pidiendo 15 millones de dólares, pero sus abogados calificaron el resultado de "justo y equitativo."
"Esta decisión trascendental aporta un cierre significativo a un proceso legal arduo y prolongado", dijeron los abogados en un comunicado. "Habiendo establecido previamente que los acusados, Upchurch Foods Inc y McDonald's USA LLC, son responsables de sus acciones ilícitas, este veredicto reafirma que ahora deben afrontar las consecuencias y hacer plena justicia".
Tanto McDonald's como Upchurch argumentaron durante el juicio que no eran culpables, pero el jurado de Broward determinó que ninguno de los dos pusieron advertencias en la comida y eso provocó las lesiones de la niña. Sin embargo, McDonald's no fue declarado negligente por causar las quemaduras.
Tanto la empresa como el propietario de la franquicia dijeron en una declaración anterior que los clientes deben confiar en que los McNuggets se sirven de forma segura.
Varios restaurantes de McDonald's han estado envueltos en polémica este año. En mayo trascendió que una sucursal de Louisville, Kentucky, empleó a dos niños de 10 años, que fueron encontrados trabajando en el establecimiento hasta las dos de la mañana.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos declaró que los menores fueron empleados sin recibir un pago y a veces trabajaban hasta altas horas de la madrugada.
A uno de los dos niños se le permitió operar una freidora, una tarea prohibida para los trabajadores menores de 16 años.
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