Una granja avícola para la venta de huevos de codorniz en divisa fue inaugurada sobre la estructura en ruinas de una escuela al campo en Pinar del Río.
La granja, ubicada en el antiguo preuniversitario Lázaro Acosta Paulín, cercano al poblado de Briones Montoto, es la primera de un experimento que se pretende extender a lo largo del país, informó Granma.
Aunque la inversión se elevó a 26 millones de pesos y el primer lote de 4,000 aves ya inició su adaptación en uno de los pisos de la instalación, los responsables del experimento reconocen que aún está por confirmar en la práctica la adaptación de las aves a este tipo de espacios, con diferentes niveles y distintas temperaturas e incidencia del viento.
No obstante, la intención del experimento es comprobar si funciona la avicultura en este tipo de construcciones que hace mucho tiempo no se utilizan, dijo a Granma Juan Carlos Cruz González, director general de la Empresa de Aseguramiento y Servicio Integral a la Ganadería, a cargo del proyecto.
La “granja” tiene capacidad para unas 120,000 codornices y puede aportar anualmente 24,2 millones de huevos, aseguró el funcionario, quien reconoció que el 35% de la producción estará destinada a la venta en divisas, con el propósito de captar el financiamiento necesario para adquirir el pienso para la alimentación de las aves.
“Esa es la forma para poder sostener el programa”, se justifica.
El experimento surgió luego de que el huracán Ian destruyera más del 40 % de las naves avícolas de Pinar del Río y debido a que estas estructuras en ruinas son más resistentes a los huracanes.
En un segundo momento de la inversión, se añadirá una minindustria, para encurtir el huevo de codorniz y procesar la carne de las aves que concluyan su etapa productiva.
En estos momentos, asegura Granma, se construye otra granja en otra escuela en el campo abandonada de Pinar del Río que alojará unas 70,000 gallinas y estará dedicada a la producción de huevos.
De acuerdo con un reporte de enero pasado, el segundo local será el antiguo preuniversitario Oscar Sánchez Ozuna.
El huracán Ian destruyó 133 naves avícolas de las 331 que existían en Pinar del Río, lo que equivale al 40,18 %. De ellas solo se han recuperado 92, y hubo que invertir 91.242 metros cuadrados de techo para dejarlas funcionales.
Recientemente, también se conoció que el régimen también pretende convertir algunas de estas ruinas en “fincas de autoconsumo”, como parte de su estrategia para impulsar la producción de alimentos.
A mediados de julio, el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz se desplazó hasta el municipio Quivicán para chequear “el proyecto de transformación de una escuela en el campo en una finca de autoconsumo adscrita al Palacio de la Revolución”.
A finales del pasado año, se supo que algunas instituciones educativas, como el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Comandante Ernesto Che Guevara de Villa Clara, han sido destinadas a la construcción de viviendas para personas en situación vulnerable.
El régimen cubano también ha recurrido a la cría de gallinas semirrústicas y codornices en varias zonas del país para suplir la escasez de huevos, en el contexto de la crisis alimentaria que padece Cuba.
Se cree que estas aves son más fáciles de alimentar ante la falta de piensos industriales para la crianza de otras razas. Las gallinas rústicas se mantienen con comida alternativa y pasto verde y la codorniz es un animal que consume menos alimento y su tiempo de producción es relativamente corto.
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