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Un cubano denunció haber sido víctima de discriminación en un bar restaurante de la empresa estatal Palmares, ubicado en el centro de la ciudad de Ciego de Ávila, donde le negaron el servicio.
Salvador Lester Camejo acudió a sus redes sociales para expresar su indignación por la discriminación hacia los clientes cubanos en los centros estatales que ofrecen servicios al turismo en Cuba.
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El incidente del que fue víctima ocurrió en el bar-restaurante Don Ávila, conocido popularmente como La Espada y ubicado frente al Parque Martí, adonde acudió en busca de un café, que le impidieron consumir.
“Con gran enojo comienzo estas letras, porque realmente ya es indignante que en el propio país de uno lo discriminen por el simple hecho de ser cubano, no ganar los dólares del ‘enemigo’ y por ende no tener preferencias en centros que brindan servicios al turismo”, dijo Camejo en su publicación.
“Sucede que voy a deleitarme de un café, de hecho bastante caro si tenemos en cuenta que es un café producido en la misma ciudad y que por ende su comercialización debería ser más asequible al bolsillo del trabajador. Para gran sorpresa, le pido un café al dependiente y me dice que por orden de la dirección de la empresa de Palmares cuando esperaban un grupo de turistas no podía haber dentro ningún nacional”, denunció.
Debido a la negativa a brindarle el servicio en el establecimiento estatal, el hombre tuvo que irse a una cafetería privada.
“Gracias a Dios se han abierto locales privados como este que está ubicado en Independencia entre 3 y 4, donde expenden un excelente café de primera calidad, importado (Café La Llave) que, a pesar de no estar tristemente al alcance de todos, por lo menos se puede deleitar uno aunque sea una vez”, manifestó Camejo, al tiempo que agradeció poder hacerlo “sin la preocupación de ser discriminado porque va a llegar un grupo de turistas cuya recaudación de esas divisas en muy poco o nada benefician al pueblo trabajador”.
”Por mí, desde ya pueden cerrar el Don Ávila porque nunca más iré cuando tenga la posibilidad de hacerlo, que esperen a sus añorados turistas”, recalcó. “Mi dinero no lo tocarán más”.
El cubano advirtió “a la dirección de Palmares, u otro ente que haya tenido que ver con esta estúpida y humillante aberración, que no se les olvide que Cuba es de todos los cubanos y que nada dura para siempre”.
En fechas recientes, se han conocido otros casos de discriminación a cubanos en centros turísticos administrados por el régimen cubano.
Un matrimonio denunció en julio que fue a pasar un día con sus hijos en la playa Mar Azul, en el este de La Habana, y al intentar alquilar una sombrilla, les dijeron que eran solo para extranjeros.
En junio, una pareja de cubanos que tenía la intención de pasar su luna de miel en un hotel de Cayo Coco, vio frustrado su sueño cuando les dijeron que solo se puede reservar desde el extranjero.
Usuarios de redes sociales hicieron circular una carta con el membrete del Hotel Angsana Cayo Santa María, la cual informaba a sus trabajadores que los cubanos ya no podrían hospedarse en sus instalaciones.
La misiva, que causó indignación entre muchos usuarios, provocó un desmentido oficial del grupo hotelero Gaviota. Sin embargo, días después, el propio hotel se disculpó por la carta y dijo que “no fue debidamente redactada”, por lo que “se prestó a interpretaciones erróneas” sobre la medida.
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