El oficial de la policía de Miami, Ernesto Fernández, de nacionalidad cubana, fue condecorado este miércoles por el rescate de un niño autista que había caído en el río de la ciudad.
El joven, quien salió de Cuba a los 13 años y hoy sirve a la comunidad de Miami, recibió un homenaje de sus colegas y una placa en reconocimiento a su trabajo, informó el canal Univisión.
El pasado 19 de julio Fernández estaba patrullando el barrio de Allapattah cuando vio a un menor corriendo en la zona de la Marina, en el río de Miami.
Su instinto lo llevó a seguirlo, pero en algún momento lo perdió de vista, e instantes después volvió a verlo luchando por mantenerse a flote después de haber caído al agua.
El oficial se lanzó al río sin pensarlo para salvar al niño y luego supo que este tenía apenas 10 años y era autista.
“Me pegó fuerte porque mi hijo pasa por la misma condición”, expresó emocionado.
El jefe de la policía de Miami, Manuel Morales, y el rabino Joseph Harlien entregaron la condecoración al oficial cubano.
Morales destacó la valentía del patrullero, al salvar a un niño con problemas para comunicarse que de ningún modo hubiese podido pedir ayuda.
En Instagram la Policía del condado también destacó que Fernández “demostró un heroísmo extremo cuando saltó al río Miami y salvó a un niño autista de 10 años de ahogarse”.
“Todos estamos muy orgullosos de ti y te reconocemos por mantenerte fiel a tu juramento y proteger a los ciudadanos de Miami”, dijo la publicación.
Los episodios de caídas y ahogamientos de niños en ríos, canales, estanques y playas en Florida han sido frecuentes en los últimos meses. Asimismo, la presencia de menores con autismo en estos casos.
Una semana antes de este hecho, la policía de Miami-Dade encontró a un niño de tres años inconsciente en un canal cerca de su casa, al suroeste del condado. Aunque fue trasladado en estado crítico al hospital, murió en la instalación médica.
Días antes, en el condado de Hillsborough, dos agentes lograron salvarle la vida a un menor de cuatro años, con autismo, luego de un angustioso rescate en un estanque donde el pequeño trataba de mantenerse a flote entre los arbustos.
No corrió igual suerte una niña de la misma edad y que también padecía autismo, que fue hallada sin vida a la orilla de un canal detrás de la casa de alquiler donde residía con su familia, en Port Charlotte.
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