Un anciano cubano de Las Tunas, que sobrevive como vendedor ambulante, quedó abandonado luego de la emigración de su hijo, según trascendió en un reportaje en medios oficialistas.
Julio Cantín, de 87 años, residente en la localidad de Becerra, afirmó que su hijo se fue del país hace muchos años y nunca supo de él y quedó desamparado, de acuerdo con lo referido en el diario local Periódico 26.
“Se fue del país hace mucho, cuando era un jovencito y nunca dio noticias. La vieja no aguantó la tristeza… y agarró también el camino, pero para el reparto bocarriba... Yo tomaba mucho”, dijo el señor a los reporteros oficialistas.
Julio vive solo en un "ranchito" desde hace 30 años y sobrevive como vendedor ambulante de hierbas aromáticas y especias que recoge en su patio.
Cada día sale a pregonar cilantro y otras plantas que pueda obtener en su huerto "para poder llevarse algo caliente al estómago", pues la chequera no le alcanza para alimentarse, para comprar café, y tampoco para sustituir los zapatos viejos que calza, ya rotos.
“Un día no abriré más los ojos y podré descansar, mientras tanto tengo que ganarme los 'pesitos'", fueron sus palabras.
Según contó a la prensa, teme y sufre, además, por la falta de seguridad en su hogar porque “hay mucho bandolero suelto”.
Marina Pereira Martínez, abogada de Bufetes Colectivos en Las Tunas, aseguró que en Cuba se reconoce al adulto mayor como un "grupo vulnerable" y el gobierno debe garantizar la adecuada calidad de vida y el cumplimiento de lo regulado en la Constitución de la República del 2019.
“El papel del Estado es subsidiario en aquellas situaciones en las que no existe familia, o la falta de recursos económicos exigen su intervención, de ahí que se parta de la correlación que debe existir entre las instituciones y el hogar para garantizar la protección adecuada a los adultos mayores que son considerados sujetos de especial protección debido al conjunto de características del orden biológico, psicológico y social que los hacen merecedores de un tratamiento jurídico diferenciado en nuestro país”, refirió la funcionaria.
En Las Tunas actualmente existe un total de 6,204 adultos mayores "protegidos con prestaciones monetarias" de la Asistencia Social, la llamada chequera y se garantizan también "otros apoyos".
Sin embargo, ancianos como Julio apenas sobreviven con su ayuda básica que en el actual contexto de inflación y de extrema crisis económica no alcanza para acceder a una alimentación digna.
Su caso no dista mucho del de otro anciano de Santiago de Cuba, que sobrevive comiendo plátanos, ante la grave escasez de alimentos en la isla, o el de otro habanero que vende libros en una calle para poder comprar comida.
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