Un cubano emigrado que visitó la isla en días recientes tras estar 10 años fuera del país, fue recibido con enorme alegría y emoción no solo por sus familiares más cercanos, sino también por muchos amigos y vecinos de su barrio, según revela un emotivo video publicado en Tik Tok.
Las imágenes muestran las expresiones de júbilo e infinita emoción tanto del recién llegado -que arribó junto a su esposa y su hijo menor de edad- como de familiares y allegados.
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"¡Mi niño bello!"; "¡Qué lindo!"; "¡Qué gordito!"; "¡Qué bien te veo!", exclamaron amigos y familiares en medio de la sonrisa siempre diáfana y de felicidad del recién llegado.
En Tik Tok, cientos de internautas comentaron las imágenes, de las que resaltaron en especial la sinceridad y espontaneidad que evidencian.
"¡Este es el vídeo más real, emotivo y hermoso de una familia cubana! ¡Lloré como si fuera la mía! Gracias por compartirlo"; "Sí, la verdad muy lindo, yo estoy llora que llora"; "¡Cuántos abrazos de corazón ¡Cuánta sinceridad en este video!"; comentaron algunos internautas.
Varios comentaristas se mostraron deseosos de poder reeditar ellos mismos reecuentros así, mientras que otros aseguraron que también saludan a todos los vecinos de su barrio cuando visitan el país.
Al parecer, los emotivos reencuentros tuvieron lugar en La Habana.
La crisis migratoria protagonizada por los cubanos en los últimos años ha convertido los reencuentros familiares en una conmovedora fuente de escenas que desatan la emoción de miles de ciudadanos de origen cubano, vivan donde vivan.
En mayo, un cubano que se fue del país en 2019 protagonizó un emotivo reencuentro con su madre en el municipio Manatí, en Las Tunas, cuatro años después de su partida.
Un mes después, una madre cubana se desplomó en Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas, al volver abrazar a su hija, a quien no veía desde hacía cinco años.
En julio, un emotivo video del reencuentro de un abuelo cubano con su nieto fue visto miles de veces en Tik Tok. En ese caso el anciano lloró de emoción al volver a estar con el adolescente, al que no veía personalmente desde hacía cuatro años.
También en julio, Manuel, un niño emigrado que visitó Cuba, protagonizó otro emotivo reencuentro, en ese caso con sus amiguitos del barrio, dos hermanos jimaguas que no daban crédito a la visita de su compañero de juegos.
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