Los lanzadores granmenses César García y Miguel David Paradelo desmintieron en sus redes sociales las razones ofrecidas por las autoridades beisboleras cubanas para excluirlos del equipo que representará a esa provincia en la naciente Liga de Campeones de las Américas.
En la conferencia de prensa convocada para anunciar la selección, el número uno de la pleota cubana a día de hoy, Juan Reinaldo Pérez Pardo, informó que ambos pitchers, junto al camarero Carlos Benítez, habían quedado fuera por "decisiones personales relacionadas con sus vidas y carreras".
Sin embargo, García, pieza clave en la rotación abridora de los campeones de la 61 Serie Nacional, afirmó en su cuenta de Facebook que "lo que se dijo sobre mí de que no estuve de acuerdo en acudir a la Liga de Campeones con mi equipo de Granma, todo es mentira y falso".
En su post, el derecho confesó desconocer "si esta sea la mejor manera de expresar lo mal que me siento, no por no haber estado en ese equipo, sino por la mentira que se dijo. Al igual que mi compañero Miguel Paradelo, nosotros nunca emitimos tal decisión".
Por su parte, el relevista Paradelo escribió en la misma red social: "No sé todavía los problemas personales que yo tengo porque todo eso es inventado por la Comisión Nacional. Yo estoy en mi casa muy bien. No se por qué hicieron eso en contra de nosotros dos. Que den respuesta de por qué lo hicieron".
El caso, una vez más, pone en entredicho la honestidad con que se dirige el béisbol insular, donde a la hora de las selecciones puede pesar más la supuesta confiabilidad del pelotero que sus condiciones naturales y rendimiento en el terreno. Ello, lógicamente, implica una injusticia contra la que inevitablemente se levantan montones de voces, como lo ha hecho en esta ocasión la propia madre de García, Maricel Rondón.
"Estoy muy decepcionada de las Direcciones de Béisbol", aseguró en su muro. "Nadie esta facultado para tomar desiciones por mi hijo ni hablar por él; ahora mi hijo no puede ir a la Liga de Campeones porque otra persona habló por él y dijo que él no iba por decisión propia,donde a él nadie lo ha llamado. Aquí nadie sabe cómo le destruyen la vida a un joven siendo mi hijo reconocido como el mejor pelotero del equipo Granma y no le han dado el reconocimiento que se merece, y ahora con esto me lo destruyen cada día más. Hasta cuándo me le van a seguir haciendo daño, porque él está ahí por sus méritos no porque nadie se lo ha regalado. Yo como madre sí quiero una respuesta y estoy lejos, estoy cumpliendo misión en Venezuela y desde aquí le estoy dando mi apoyo. No es primera vez que le pasa esto, es demasiado el maltrato hacia mi hijo, no estoy de acuerdo con que le priven de lo que le gusta, el Béisbol".
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